El setenta por ciento de los ingresos del negocio que tiene Chemi García en el cruce de las calles Silla del Rey y Valentín Masip se genera gracias a la venta de libros. También tiene papelería y vende otro tipo de productos, pero las historias en papel siguen siendo lo que le da de comer. Y no le está yendo del todo mal en pleno estado de alarma. "Por el momento, no nos podemos quejar. La gente ha leído mucho durante este confinamiento. Los que son lectores han consumido todo eso que siempre nos queda sin leer por casa y, ahora que pueden, han salido a buscar material nuevo a las librerías. Los clientes leyeron lo que había pendiente y ahora quieren más", explica. Aún así, el maldito Covid-19 ha arruinado dos citas que son muy importantes para los libreros de la ciudad: la Feria del Libro de Oviedo (Libroviedo) y el Día Internacional del Libro, que se celebró el pasado 23 de abril con todo el país encerrado en sus casas. "Son dos citas que son buenas para nuestros negocios, ya que sirven para promocionar los libros y la lectura en general, que falta hace", señala Chemi García.
No hay que olvidar que García también vende papelería y que su negocio está cerca de dos colegios, por eso también está preocupado por lo que va a ocurrir con Educación. "Eso también se nota mucho. Si no hay clases vendemos menos, es evidente. No obstante, está muy claro que lo primero es la seguridad", matiza García. Entre los libros que más ha vendido en estas últimas semanas destacan las novelas negras y las históricas, aunque también ha crecido la venta de ensayos. "Hay que intentar ser positivos de cara al futuro, aunque no es fácil hacerlo", concluye García.
