La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Tener cerrado ha sido duro, pero poco a poco vamos saliendo"

Gustavo Tejero, en su establecimiento. MIKI LÓPEZ

Gustavo Tejero es uno de los propietarios de una cerrajería de la calle Víctor Sáenz, un negocio que ha vivido la pandemia en unas condiciones que son un arma de doble filo. Porque, por una parte, la empresa ha podido seguir trabajando, ya que la cerrajería es un servicio esencial y había que atender las urgencias. Sin embargo, por otra parte, han tenido que cerrar la tienda, con lo cual el acceso a los clientes ha caído en picado. Pero el hecho de que siguieran manteniendo el servicio ha impedido que recibieran ayudas. Esa ha sido su desventaja.

"Tener dos meses la tienda cerrada, facturando muy poquito y sin poder pedir ayudas ha sido muy duro", asegura. No obstante, "el negocio sigue adelante y muy poco a poco vamos saliendo, vamos aguantando", añade el comerciante. Tejero destaca que "la gente, al estar abierto, empieza a ver las cosas de otra manera, ves que en el barrio van abriendo cosas para volver un poco a la normalidad". Al principio "llamaban por teléfono preguntando si estábamos abiertos, porque no sabían qué tipo de negocios se podían ir abriendo, y nosotros les íbamos explicando las medidas que teníamos; entonces había gente que venía y otros esperaban un poquito", relata.

Pero la semana pasada asegura que "ya se empezó a notar bastante más gente, más convencida y de otra manera. Y ahora hay mucho más ambiente por la calle, y yo veo a la gente más contenta". "Creo que va a costar recuperarse, pero espero que todo sea como antes. Ahora las compras son distintas, se gasta menos y se hacen sobre todo emergencias, pero espero que la tendencia mejore", concluye.

Compartir el artículo

stats