El tráfico en las nuevas zonas peatonalizadas en las inmediaciones del Antiguo se reducirá entre un 60% y un 70%. El concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado (PP), hizo ayer esta estimación -realizada siguiendo los cálculos de los técnicos de su área- tras el cierre a la circulación de la calle Fruela y la parte baja del Rosal, hasta Martínez Marina. A partir de ahora, solo transitarán por la zona autobuses, taxis, motos, residentes y usuarios de hoteles.

Dentro de algo más de una semana, el gobierno local pondrá en marcha la tercera fase del plan de peatonalización en las calles Cabo Noval, Martínez Marina y Quintana, así como en un segundo tramo de la del Rosal. Más adelante, la intención de Alfredo Canteli y su equipo es que esta medida llegue a otras zonas de la ciudad, como la plaza de San Miguel hasta Marqués de Santa Cruz.

El edil de Seguridad aclaró que el aparcamiento de motos que hay en la calle Fruela en un principio se mantendrá y que estos vehículos tendrán salida por la calle del Rosal al igual que los taxis, los usuarios de hotel y el transporte público. Prado señaló también que desde su concejalía están preparando un informe sobre el nivel de cumplimiento en el municipio de las normas de seguridad y limitación de horarios durante la "desescalada" del confinamiento. "En principio, la valoración es positiva. La ciudadanía se ha comportado cívicamente de manera generalizada, salvo alguna que otra excepción", afirmó el edil.