Yolanda España dirige un centro educativo en la calle Viaducto Marquina, y la nueva situación le ha obligado a tomar con rapidez medidas que, sin la pandemia, seguramente habría llevado mucho más tiempo aplicar. "Llevábamos un par de años implantando formación online y nos pilló este proceso cuando estaba bastante avanzado; teníamos alumnos en teleformación y otros en presencial, y lo pudimos adaptar rápidamente", asegura.
Otra de las consecuencias del confinamiento ha sido un "boom colectivo de gente que hasta ahora no era partidaria de la teleformación, pero que se ha puesto a favor".
La academia tiene clases presenciales desde el pasado lunes. Cuenta con espacio suficiente para albergar a los alumnos de las clases, pero también ha visto cómo ha aumentado la teleformación. "Ahora, el 50 por ciento ya no quiere venir y continúa en teleformación", señala.
La pandemia ha obligado a acelerar muchos procesos y ha obligado a un gran esfuerzo, pero Yolanda España está convencida de que, "en esta situación, los que han trabajado mucho son los que van a poder sobrevivir".