María Ángeles Castro regenta una tienda de moda en la calle Uría y otra de calzado en la calle Independencia, y desde que reabrió las puertas de ambos establecimientos reconoce que "la gente va con miedo por todas las medidas de higiene, supongo que como en todas partes". La primera semana, notó que "la gente salía muchas ganas, era hasta raro que hubiese tanta gente, chocaba que después de estar encerrados tuviesen ganas de comprar".
Ahora, en cambio, "va más lento, poco a poco". No obstante, cree que no hay que desanimarse, y que "si todo el mundo va quitándose el miedo y tiene tiempo para hacerse a la idea, todo irá a mejor".
La campaña de verano será este año mucho más corta tras los dos meses de parón, y eso no se puede compensar. "Eso no lo recuperas, y los gastos siguen igual, pero tienes que seguir adelante", señala. A pesar de ello, cree que "hay que hacer lo posible por que la gente se anime, salga a la calle, se quite el miedo y siga con la vida normal"
En este principio de temporada tan poco común, aunque todo vaya más lento, cree que es mucho mejor tomarse las cosas "con ilusión y con optimismo".
