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La Ruta de los Vinos vuelve a la vida

El sol anima a los clientes a llenar las terrazas de Manuel Pedregal tras dos meses cerradas, pero los hosteleros temen que sea "un espejismo"

VÍDEO: La ruta de los vinos de Oviedo recupera las terrazas

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VÍDEO: La ruta de los vinos de Oviedo recupera las terrazas E. VÉLEZ

"Inauguré el bar el 6 de marzo y a los pocos días... el cataclismo. No me lo podía creer. Ahora estoy tanto o más ilusionado que aquella vez. No es una reinauguración. Es volver a la vida". Marcos Elías Useche se las apañó ayer él solo para poner en marcha el local que regenta en la avenida de Santander. Durante la semana que estuvo abierto antes de la pandemia tenía dos trabajadores a su cargo; un cocinero y un camarero de los que tuvo que prescindir tras el cierre temporal por el estado de alarma aplicando un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Al igual que los hosteleros de la zona -la Ruta de los Vinos-, prefirió esperar hasta ayer para levantar la persiana y contar con todas las medidas de prevención.

Además, las cuentas no le salían. "Si hubiese abierto únicamente la terraza el gasto hubiese sido mayor que las ganancias. En mi caso no puedo poner más mesas por la falta de amplitud de la vía", comentó mientras desinfectaba las mesas y sillas del bar El Paladar con gel hidroalcohólico y productos de limpieza. Eran las doce y media de la mañana y ya había decenas de personas sentadas en las terrazas del entorno o esperando un hueco a cierta distancia. Lo curioso es que nadie había abierto oficialmente. La reapertura estaba prevista para las 13.00 horas, pero el sol y las ganas de tomar una caña con los amigos fueron más fuertes que el horario.

"No hemos abierto y ya hay gente. El buen tiempo ayuda mucho, pero ¿cuántos días así hay en Asturias? Esto puede que sea un espejismo y tenemos que estar preparados", reflexionaba ayer el presidente del colectivo de hosteleros de la Ruta de los Vinos, Edén Jiménez, ante su local, Secreto a Voces. Jiménez cree que la clave para el éxito tras la pandemia es la constancia y la puesta en marcha de un exhaustivo protocolo de seguridad y prevención.

Entre las medidas que los 25 establecimientos de la Ruta de los Vinos han preparado para evitar la propagación de la pandemia destaca la instalación de cuatro carteles fijos de grandes dimensiones y varias cuartillas en los escaparates que muestran al público un listado con las normas adoptadas dentro de los locales: desinfección, dispensadores de gel, todo el personal con mascarillas y guantes, ventilación natural dos veces al día, cartas digitales por medio de códigos QR, limpieza de los baños en cada turno, un sistema nocturno de luz ultravioleta que desinfecta el ambiente, reducción de aforos, eliminación de elementos decorativos y publicitarios, mantelería de un solo uso y fomento del pago con tarjeta. Además, los carteles también informan a los clientes sobre las medidas que quedan bajo su propia responsabilidad: esperar a ser atendido para sentarse, ir al baño solo en caso de necesidad urgente y mantener la distancia.

En mitad de su trasiego y de los preparativos para reabrir el local, el presidente de la hostelería de la Ruta de los Vinos mostró orgulloso un cartel pegado en la fachada del establecimiento. Era una certificación de seguridad. Una empresa especializada, Asturplaga, recogerá cada quince días muestras de las cocinas y del interior de los locales para analizarlas en busca de rastros de covid-19. El resultado estará en 24 horas. La primera certificación ya luce en los escaparates. "Vinieron anteayer por primera vez y sabemos que estamos libres de coronavirus. Desinfectar continuamente las mesas está muy bien, pero si yo fuera cliente me gustaría saber cómo está la cocina de la que sale lo que como. Y esta es la mejor manera de hacerlo. La empresa nos ha hecho precio", explicó Jiménez antes de volver al interior para gestionar las reservas de mesas que le habían hecho para el mediodía. Las terrazas, algo más espaciosas, han ganado medio metro en cada acera dejando en el medio un ancho de tres metros y medio para que pueda pasar sin dificultad un camión de bomberos.

Allí cerca, Alfonso Blanco, Ignacio Botas e Ignacio Rubio hacían un alto en su jornada con unas cervezas. Dos de ellos son juristas y el tercero es amigo y cliente. "Se agradece volver a compartir mesa en esta zona. Lo echábamos en falta. Ahora lo bueno sería que pudiésemos movernos por España y que la justicia recuperase su ritmo normal". Los amigos se quedaron un rato más charlando sobre el parón judicial y la necesidad de restaurar los plazos procesales. En otra terraza hubo un reencuentro. Laura Hernández y Marta Peramos venían de Las Caldas y La Corredoria para verse con Ignacio Iglesias, que vive en el entorno de la Ruta de los Vinos y regresó de Italia el 10 de mayo. "He recuperado la libertad. Sin cuarentena y tomando una caña", dijo el chaval.

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