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Los expertos urgen a la reparación de todas las vidrieras de San Juan el Real, unas 300 piezas

La rehabilitada cristalera de la capilla de San Antonio quedó instalada ayer y el párroco confía en que este mes se coloque el cimborrio

La vidriera restaurada, ya repuesta en el templo. IRMA COLLÍN

"Urge la rehabilitación de todas las vidrieras de la iglesia; tienen un gran valor y su estado de deterioro hace que hasta haya riesgo de que se caigan". Esta es la advertencia que lanzó ayer el experto Alfredo Amado, tras culminar la instalación de la cristalera principal de la capilla de San Antonio de la basílica de San Juan el Real, objeto de un proceso de restauración en el que también participó la especialista Begoña Cuervo. El trabajo culminó a primera hora de la tarde de ayer y solo está pendiente de unas labores de remate que se llevarán a cabo en los próximos días.

Según Alfredo Amado, la basílica del ensanche ovetense dispone de unos 300 módulos de vidriera y casi todos ellos presentan problemas de conservación por el paso del tiempo. El deterioro del plomo y la masilla han hecho que las cristaleras se abomben y puedan llegar a romperse. En el caso de los vidrios de la capilla de San Antonio, los restauradores han reducido esas "barrigas" y, además, han colocado unos cristales de protección para evitar actos vandálicos y los daños producidos por los pájaros.

Según Amado, la reposición de la vidriera no resultó sencilla, pero, finalmente, el conjunto, formado por quince piezas de cristal ya centenarias, quedó instalado y luce en el céntrico templo ovetense para satisfacción de los fieles y del párroco, Javier Suárez, "satisfecho" con una intervención a la que solo le quedan pequeños remates para quedar totalmente lista. A partir de ahí, el sacerdote confía en que a lo largo de este mes pueda seguir adelante el proceso de rehabilitación del templo. Será, si todo marcha como está previsto, con la instalación del nuevo cimborrio y de la cúpula, incluyendo también las cruces y las dos figuras de ángeles cuya rehabilitación marcha muy avanzada. Se trata de labores para las que no hay fecha concreta pero que el párroco de San Juan espera "inminentes". Eso sí, advierte de que, por su espectacularidad, pueden conllevar incidencias en el tráfico y en el tránsito peatonal de la zona. Es algo que ya ocurrió hace meses durante el desmontaje de los elementos que afrontan ahora la última fase de los procesos de reparación en diversos talleres.

La rehabilitación de la vidriera de la capilla de San Antonio, junto a las labores en el cimborrio y en la cúpula de San Juan el Real, suponen un gasto de unos 300.000 euros para la parroquia, que ya desembolsó otra cantidad similar en labores previas de mejora del templo. La pandemia del coronavirus ha trastocado los planes de futuro para seguir adelante con la renovación de la basílica. "La prioridad ahora son las personas", subraya Javier Suárez.

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