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El joven informático que quiere ser filósofo

Miguel Piedrafita, que acaba de cumplir 18 años, comenzó a programar con 10 y ya ha desarrollado cuatro aplicaciones

Arriba, Miguel Piedrafita muestra su última aplicación. Abajo, un detalle del joven programador trabajando en el ordenador. IRMA COLLÍN

El ovetense Miguel Piedrafita tiene previsto estudiar Filosofía en una Universidad de Inglaterra porque de programación ya sabe un rato y considera que es un campo en el que puede seguir aprendiendo por sí solo. Hace tan solo dos meses que es mayor de edad, pero a pesar de su juventud ya ha conseguido desarrollar cuatro aplicaciones web con mucho éxito dentro del mundo de la informática. La última de ellas, a la que ha llamado "Sitesauce", ha salido hace apenas un mes y ya cuenta con un buen número de usuarios. Su precio es de 19 dólares mensuales, pero el joven asegura que quienes la usan se ahorran dinero. Sus funciones se entienden mejor si es él mismo quien las explica: "Básicamente sirve para convertir las páginas web que son dinámicas en páginas estáticas. Las dinámicas se usan porque son más fáciles de modificar y no tienes que hacerlo todo a mano, pero son más lentas, soportan menos visitas y pueden ser hackeadas. A grandes rasgos se trata de aprovechar las ventajas de una y de otra con un solo clic", señala como si eso fuese sencillo.

Lo de la filosofía es porque le gusta mucho y porque quiere tener una carrera universitaria, pero su idea es enfocar la carrera profesional por la rama de la programación. "En realidad, los dos mundos están relacionados en cierto modo. Hay muchas cosas que se teorizaron en filosofía durante años y que ahora están de moda, por ejemplo la cuestión de la moralidad con los avances de la inteligencia artificial o los coches autónomos. La parte de lógica de la filosofía es básicamente la que dio lugar a la aparición de los ordenadores", asegura. No obstante, su pasión por la informática comenzó de bien pequeño. "Yo empecé a programar cuando tenía unos 10 años. Siempre tuve mucho interés por los ordenadores. De hecho, cuando era muy pequeño me dieron uno muy antiguo que tenían mis padres y yo me dedicaba a trastear, eliminaba cosas que se supone que no se pueden eliminar y cosas así", afirma.

Es alumno del colegio San Ignacio y a uno de sus profesores le dio por enseñarles nociones básicas del lenguaje de programación que se usa para las páginas web (HTML). Eso acabó de convencerlo. "Empecé a interesarme por este mundo y a conectar con comunidades de código abierto, que es básicamente un espacio en el que tú puedes colgar lo que programas y todo el mundo puede verlo, usarlo y contribuir a mejorarlo. Después me encontré con la comunidad Laravel, que es una comunidad o herramienta en la que hay una colección de utilidades o códigos ya escritos para que puedas usarlos en aplicaciones y no tengas que repetirlos", dice.

Aunque a muchos todo esto les suene a chino, Miguel Piedrafita ya lo dominaba siendo solo un niño. De hecho, en el año 2017 ya sacó su primera aplicación gratuita, que se llamaba "Orgmanager" y servía para permitir a los usuarios entrar en las comunidades de código abierto sin que esas comunidades tuviesen que invitarlos de forma manual. Después llegó "Unmarkdocs", que ya era de pago y permite generar páginas web con los documentos que se cuelgan en esas comunidades para que sean más accesibles y se puedan ver con un sistema de navegación y otras mejoras. "Esa la acabé vendiendo y sigue activa. No gané casi nada de dinero, pero me sirvió para aprender muchas cosas y sobre todo que el marketing también es muy importante en este campo", explica.

Miguel Piedrafita también acabó vendiendo otra de sus creaciones, "Blogcast". "Esa aplicación sirve para convertir textos en audios. Le metes una dirección web y la convierte en sonido, pero con una voz mejor que la de algunos móviles", bromea. "Me di cuenta de que muchos días tenía cosas que me interesaba leer y no me daba tiempo, por eso lo hice". Esa aplicación la creó en una semana y también la vendió. Aunque prefiere que el montante no se haga público, se puede decir que ya sabía algo más de marketing.

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