Los vecinos de Pintoria, en la parroquia ovetense de Trubia, llevaban tiempo con la sensación de que habían perdido calidad de vida debido a las crecientes deficiencias en los accesos a la localidad, y un incidente reciente ha sido, para ellos, la puntilla. El peligro de derrumbe de una vivienda en Piedrallasa ha obligado a cortar la carretera que une el pueblo con Trubia, y los vecinos deben elegir entre dar un gran rodeo o circular por una carretera en malas condiciones si quieren hacer algo tan básico como ir de compras o acudir a la consulta del médico.
Un grupo de afectados se congregó ayer junto a la vivienda en riesgo para protestar por la situación. Se sienten abandonados y han advertido de que asistirán a la primera sesión plenaria que convoque el Ayuntamiento de Oviedo para protestar.
Como explicaba una vecina, Adelia Ferreiro, llevaban "más de un año pidiendo que se arregle la carretera", que sufrió un gran argayo a causa del desbordamiento del río Nalón que obligó a desviar el tráfico por un paso bajo la vía del tren, que consideran peligroso e incómodo. Antes del corte de la carretera, los vehículos podían acceder pero tenían dificultades. Por ejemplo, los camiones grandes de ganado no caben bajo el puente de la vía, y algunos ganaderos, como Abraham Cañedo, están viendo aumentar los costes del transporte debido a estas limitaciones. Otra consecuencia son las dificultades de acceso para los servicios de emergencias.
Por otra parte, un derrumbamiento afectó a una señal del paso a nivel de la carretera al pueblo, que fue reparada pero, no obstante, permanecen allí algunas de las piedras que salieron al camino. "La carretera es estrecha, está sin limpiar y llena de piedras, es un peligro", señala Adelia Ferreiro.
Y ahora, los problemas se agravan con el corte. "Para ir al médico tenemos que ir por Caces hasta Oviedo y de ahí, a Trubia, y después dar la vuelta por Oviedo y venir por Caces, es un rodeo tremendo", explica la vecina, que asegura que el otro trayecto alternativo, aunque más corto, es complicado y la mayoría de la gente no está dispuesta a hacerlo: por la carretera que da a Perlín, que según aseguran está en muy malas condiciones y es muy peligrosa".
A todas estas dificultades de acceso se une lo que los vecinos consideran un abandono sistemático de su localidad durante años. "No tenemos ni un solo parque para los niños, ni un banco para que se siente la gente mayor, que es muy numerosa en el pueblo", dice la portavoz de los vecinos, que no pide grandes inversiones sino tan solo atención. "Nos bastaría con que trajeran el mobiliario antiguo que cambian de los parques de Oviedo; porque allí los cambian cada poco", asegura.
Los vecinos no descartan, en el futuro, "tomar medidas drásticas" por lo que consideran "una tomadura de pelo".
