El diseñador candasín Goyo Rodríguez pasó los primeros días del confinamiento provocado por el covid-19 en estado de embotamiento, hasta que se le ocurrió utilizar su profesión y su arte como terapia. Se puso manos a la obra e hizo una primera imagen relativa al confinamiento que quería ser positiva, y la publicó en las redes sociales. Le sirvió como terapia y, a partir de ahí, publicó una imagen por día, todas con la casa -como símbolo del confinamiento- como soporte principal. La respuesta fue muy buena y le dio ánimos al autor. "Yo pensaba que duraría poco, no más de 10 o 15 imágenes, pero el hecho de que la gente esperase la imagen todos los días y que hoy contribuyera a animar hizo girar la rueda y cada vez costaba menos hacerlo", señala el autor. Finalmente, hizo tantas casas como días de confinamiento: 61.

Todas estas obras están expuestas desde ayer en Decero Espacio Creativo y se podrán ver de martes a viernes de 5 a 8 de la tarde. La responsable de la galería, Marta Fermín, se mostraba ayer, en la inauguración de la muestra, muy satisfecha por la respuesta de la gente. "Es importante apoyar el campo del diseño, que es otra de las grandes artes, y siempre estamos muy volcados en pintura, escultura y fotografía, y se nos olvidan estos artistas que ponen imagen a nuestras ideas", sostuvo.

Reabre Pablo de Lillo

La galería de arte de Pablo de Lillo, situada en la calle General Zuvillaga, vuelve a abrir hoy al público tras permanecer cerrada varios meses a causa de las restricciones provocadas por la pandemia. La hora de apertura está prevista para las 12.30 horas, a la que los asistentes están invitados a un vermú.