Los campamentos urbanos para niños que se desarrollan todos los veranos en colegios públicos de Oviedo no tendrán que suspenderse por culpa del covid-19, aunque este año estarán condicionados por las medidas de seguridad establecidas para evitar la propagación de la enfermedad. Entre otras cosas, las colonias acogerán menos niños que en otras ediciones, habrá un monitor por cada nueve participantes y se establecerán estrictas medidas de seguridad e higiene. Los campamentos comenzarán el próximo día 6 de julio y se extenderán hasta la última semana de agosto. El plazo de inscripción para las primeras colonias se abrió ayer y los interesados tienen hasta el día 21 para apuntarse vía telemática a través de la web municipal. La inscripción será semanal a partir de entonces.

El programa está pensado para niños con edades comprendidas entre los tres y los doce años cuyos padres no pueden hacerse cargo de ellos por motivos laborales. El principal objetivo del Ayuntamiento es facilitar la conciliación familiar durante un verano especialmente complicado en muchos hogares de la ciudad. "Es indispensable poner en marcha estos campamentos porque las familias lo necesitan. Además, los niños han estado mucho tiempo confinados y con adultos, así que también necesitan socializar con amigos de su edad y no pasar tanto tiempo delante de las pantallas de la tablet o del ordenador", explica Yolanda Vidal, la edil delegada del área de Educación.

La concejala de Ciudadanos fue la encargada de presentar ayer la edición de este año de los campamentos urbanos, que viene marcada por las restricciones. "Tendremos un máximo de 560 niños por semana, casi trescientos menos que la media del año pasado", señala Vidal. Por otro lado, el Ayuntamiento ha ampliado el número de colegios participantes y ha "mapeado la ciudad" para que las familias siempre tengan una opción cercana a sus domicilios. En esta ocasión habrá nueve colegios abiertos, dos más que en ediciones anteriores: La Ería, Fozaneldi, Parque Infantil, Veneranda Manzano, Ventanielles, Poeta Ángel González, Corredoria 1, Germán Fernández Ramos y Juan Rodríguez Muñiz. Los campamentos urbanos se desarrollarán entre las ocho de la mañana y las dos de la tarde. "Este año habrá un monitor por cada nueve niños y las actividades se desarrollarán en su mayoría al aire libre. Si el tiempo no lo permite se utilizarán los polideportivos o las pistas cubiertas. En cada uno de los colegios acogeremos a un máximo de entre sesenta o setenta niños porque queremos cumplir a rajatabla todas las indicaciones de las autoridades sanitarias", dice la concejal de Educación.

Aunque este año habrá menos plazas que en ediciones anteriores, los campamentos de verano en los colegios se complementarán con las actividades que hay programadas para los niños en los centros sociales de la ciudad. Eso sí, los padres tendrán que acreditar que están trabajando para que su hijo pueda apuntarse a las actividades. "Tendrán que presentar una declaración responsable y dejar constancia de que están trabajando. Este año, más que nunca, se trata de ofrecer posibilidades para conciliar la vida laboral y familiar", señala Yolanda Vidal.

Para poner en marcha el programa de campamentos de verano -que el año pasado contó con 8.419 participantes- el Ayuntamiento ha tenido que afrontar un gasto que ronda los 220.000 euros. "Los participantes tendrán que pagar una tarifa muy pequeña y cada niño sólo podrá asistir a las actividades durante un máximo de un mes", aclara la edil de Educación. Como consecuencia de las medidas de seguridad para evitar la propagación de la pandemia no habrá posibilidad de ofrecer un servicio de comedor.