Las pequeñas empresas biotecnológicas resisten mejor la incidencia del covid en la economía que las de otras áreas, o incluso que otras grandes empresas de la misma área. Esta es una de las conclusiones a las que se llegó ayer en un encuentro entre expertos de la investigación, la docencia y la empresa organizado por la Cámara de Comercio de Oviedo por vía telemática, con la delegada del CSIC en Asturias, Ángeles Gómez, como moderadora.

Como explicaba el responsable de I+D de la empresa Bioquochem, David Hevia, ante la aparición de la pandemia las empresas han tenido capacidad de adaptación. "Como empresas biotecnológicas la suerte que tenemos es que rápidamente nos podemos adaptar al mercado y virar nuestros desarrollos hacia una nueva necesidad", aseguró.

En su caso, el trabajo de kits para laboratorios, que estaba destinado a otros campos muy distintos, ha derivado hacia los que estudian el coronavirus. "Todos los laboratorios han bajado su actividad, y con ella nuestra venda, pero surgen otras oportunidades; nos hemos adaptado mejor que las grandes empresas", sostuvo.

Por su parte, Rafael M. Permuy, CEO de Microviable Therapeutics, aseguró que su empresa ha tenido que virar también sus investigaciones hacia la situación generada por la pandemia.

En un principio, la empresa paralizó su actividad hasta conocer el grado de protección de sus trabajadores y las necesidades que tenían, pero posteriormente se pudo adaptar a la deriva de la pandemia. El 8 de marzo, él estaba en un congreso en Madrid, y desde entonces ha participado en dos congresos virtuales. "Es un cambio de paradigma que abre oportunidades, se pueden intentar cosas y nosotros lo vamos a intentar", señala. La parte positiva de la pandemia viene por el interés que ha cobrado la ciencia. "Está mirando hacia la ciencia mucha gente que antes no miraba; están apareciendo más agentes interesados".

El mundo de la investigación ha tenido también que cambiar y adaptarse a los tiempos, y en parte comparte el beneficio del cambio de paradigma. El profesor de investigación Mario F. Fraga señaló que en su laboratorio hubo cambios en las líneas de investigación, entre ellas la de una que tienen abierta para un sistema de detección del covid-19. Su preocupación está en si esta actitud hacia la ciencia durará. "Nos acordamos de la ciencia cuando estamos en situaciones como esta, pero la clave es si cuando todo esto se acabe seguiremos viendo la importancia que tiene la ciencia", dijo.

Por su parte, José Antonio Boga, investigador de Microbiología, recordó que "el virus sigue estando ahí, no se ha ido aunque tengamos esa sensación", y que "lo que hay que hacer es controlar los rebrotes" con test de diagnóstico, aislamiento y control antes de que se expandan.

El gastroenterólogo pediátrico Juan José Díaz mostró su preocupación por los próximos meses: "Tengo miedo a cuando llegue el invierno, cuando lleguen las gripes; creo que ante la aparición de síntomas respiratorios va a haber una sobrecarga", señaló. Entonces, habría que evitar lo más posible la gripe para, así, "disminuir la presión sobre los centros hospitalarios".

Todos los participantes en el encuentro, sin excepción, consideraron crucial que la población se conciencie de que es necesario continuar con las medidas preventivas para evitar que la pandemia continúe.