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Oviedo pasa de los balcones a las terrazas

Empresarios y clientes aplauden la ampliación, reorganización y aparición de nuevos espacios de hostelería | La calle San Francisco, la Calleja de los Huevos y la plaza Porlier han quedado llenas de mesas y sillas

La nueva zona de terrazas en la calle San Francisco. FERNANDO RODRÍGUEZ

La pandemia del coronavirus lo ha cambiado todo, hasta la fisonomía de la ciudad. Oviedo es ahora un Oviedo distinto, y para muchos un Oviedo mejor. Las medidas tomadas por el Ayuntamiento para ayudar al sector hostelero han propiciado que las calles y plazas se llenen de terrazas. Unas se han ampliado, otras se han extendido, algunas se han reinventado y otras han surgido merced a la nueva normativa.

Entre las que se han recuperado está una de las más clásicas de la ciudad, la de la calle San Francisco. La que siempre fue terraza del J. L., frente al edificio histórico de la Universidad. Había desaparecido hace diez años con el cierre del local. El nuevo establecimiento no tenía permiso para la terraza, luchó por él y no lo logró. Ahora, el coronavirus ha hecho reaparecer doce mesas en la calle San Francisco y otras seis en la calle Ramón y Cajal. Jesús Hevia, propietario del Jamón, Jamón, ha pasado de ver cómo le cerraban el local porque sus clientes bebían en la calle a disponer de un espacio privilegiado en el centro de Oviedo. "En realidad, es una de las terrazas más clásicas que ha habido en la ciudad", expone. Hevia aplaude "la decisión política de peatonalizar la calle" y en especial que, por fin, le hayan concedido la licencia de terraza para ocupar 106 metros cuadrados. Desde que colocó las mesas hace una semana siempre ha estado lleno. "Además", razona, "por gente de Oviedo, ya que lógicamente todavía no hay turismo". El hostelero se alegra no solo por su negocio, sino "especialmente por los clientes, que pueden estar sentados tomando algo y que llevaban mucho tiempo reclamándolo". Los clientes, los ovetenses, han visto proliferar mesas y sillas en sus calles durante las últimas semanas, y lo agradecen. Yolanda Lobo, conocida hostelera ovetense de los años 80 y 90, disfrutaba ayer del vermú con su hermana, su madre y su sobrina en el Llar de la Catedral, uno de los locales que han visto cómo su terraza se expandía, en este caso en la plaza de Alfonso II el Casto, frente a la basílica ovetense.

Lobo siempre ha sido de las de decir las cosas como las piensa, así que no tiene problemas para asegurar que "ha tenido que llegar el coronavirus para que los ovetenses ocupemos las calles, para demostrarnos que la ciudad daba mucho más de sí". Ovetense, hostelera y callejera, cree que "Oviedo debería estar siempre así", con más terrazas y con más bullicio, porque, además, "nadie se queja, se ha demostrado que somos capaces de convivir y de compatibilizar las terrazas de hostelería con el descanso de los vecinos". Tan positiva es su opinión que cree que "sería muy inteligente aprovechar esta situación para potenciar este tipo de hostelería en Oviedo".

Entre los que han visto la oportunidad de dar un paso al frente y encararse a la pandemia están la gente del Malasaña, entre la plaza Porlier y Juan XXIII. Meses antes de la crisis sanitaria reformaron su coctelería, cogieron el local de al lado y ampliaron espacio. Lo que no hicieron entonces fue ampliar su terraza, una de las más cotizadas de Oviedo. "Cuando abrimos el nuevo local dejamos solo doce mesas de terraza hasta que nos adaptásemos", explica Iván Vázquez, propietario del negocio. El coronavirus les ha impulsado y hace un par de semanas decidieron doblar el número de mesas, las que ya tenían en el anterior local y las que les correspondían por el local anexo. En esa terraza tomaban ayer el vermú Covadonga Fernández y Emilio Díaz. "¿Has visto cómo está Oviedo, cómo están las nuevas terrazas y todas las calles?", se preguntaban dejando entender su satisfacción por ver la ciudad con más mesas y sillas de lo habitual.

Otra de las terrazas que han surgido en uno de los espacios más céntricos de la ciudad es la de La Genuina, el local de la calle Cimadevilla al que el Ayuntamiento le ha concedido licencia para colocar siete mesas en un lateral del establecimiento, en la Calleja de los Huevos, que une el entorno del Ayuntamiento con la plaza de Trascorrales. Julio Menéndez es unos de los encargados y está satisfecho con la nueva terraza. Aunque reconoce que debido a que decidieron abrir el local el pasado 4 de junio y que el mal tiempo de los últimos días tampoco les ha ayudado demasiado, sí que admite que esas siete mesas les permiten paliar la rebaja de aforo que hasta ayer mismo tenían que cumplir en el local. Desde la barra de su local echaba ayer un ojo al interior del establecimiento, "hay poca gente, se nota que hay miedo", sentenciaba. Y es cierto. El público ocupa las terrazas, pero es más reacio a sentarse en el interior de los locales.

Oviedo luce ahora distinto, ha ganado espacio para la hostelería y para el disfrute vecinal, aunque hay quien propone ir más allá. Natalia García Villanueva, de la sidrería Ovetense, tiene su terraza a poca distancia de la plaza de la Catedral, pero cree que hay mejores espacios. "Hay que arriesgar, hay que potenciar las terrazas en lugares estratégicos". Sus ideas pasan, por ejemplo, por diseñar nuevas zonas de terrazas en el Campo San Francisco o aprovechar edificios singulares, como la azotea del teatro Campoamor. Para ella, "hay que diferenciarse y aprovechar los lugares bonitos que tiene Oviedo".

Por ahora, el plan inicial parece que funciona. Un total de 288 terrazas han comunicado su expansión y otras 123 sin licencia o con modificación sustancial han pedido nueva autorización, de las que ya se han concedido 41. El concejal responsable, el teniente de alcalde Nacho Cuesta (Ciudadanos), está contento con el resultado: "El plan que preparamos en Licencias para favorecer la ampliación de terrazas ha resultado un éxito, con casi un 70 por ciento de los establecimientos que podían ampliar espacio de terraza adheridos a esta medida". En su opinión, esa aceptación por parte del sector "demuestra que con voluntad política, trabajo y esfuerzo se pueden hacer las cosas para que la ciudad avance y se ponga en marcha". Está convencido de que esta estrategia "ha ayudado al sector hostelero, que sufrió varios meses sin ingresos, y el resultado creo que no ha podido ser mejor".

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