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La Protectora reclama al juez que retire el nombre de La Balesquida a la Cofradía

Las entidades reanudan la batalla judicial por la exclusividad de la marca, que una tiene registrada en España y la otra en la Unión Europea

El heraldo de La Balesquida, en la plaza de la Catedral. IRMA COLLÍN

Nueva batalla en la ya larga guerra judicial a cuenta de la utilización de la marca La Balesquida. La Sociedad Protectora ha presentado una demanda en el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid en la que pide que la Cofradía no pueda utilizar esa denominación, alegando falta de uso durante cinco años. Además, reclama también que se le impongan las costas del procedimiento. La Protectora hace este movimiento después de haber logrado que la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (UE) aceptara el registro a su favor de la marca, dando lugar a una circunstancia cuando menos curiosa, ya que, a nivel nacional, la patente corresponde a la Cofradía.

La Antigua Cofradía de La Balesquida tiene su origen en el siglo XIII, cuando Velasquita Giráldez funda una cofradía integrada por los alfayates (sastres) y otros vecinos de la ciudad. Por su lado, la Sociedad Protectora nació en 1930, para salvar a la Cofradía de una complicadísima situación económica, merced al impulso de un grupo de conocidos ovetenses.

El inicio del enfrentamiento entre ambas entidades se remonta a 2013, cuando la Cofradía de La Balesquida inscribió la marca en la Oficina de Patentes y la Protectora hizo lo mismo poco después. La Cofradía recurrió de inmediato ante la Oficina de Marcas en busca de una exclusividad que no se le reconoció, por lo que decidió acudir al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que el 9 de enero de 2017 emitía una sentencia en la que sí le daba la razón.

Disconforme con el fallo del TSJA, la Sociedad Protectora, que ya había perdido también en casación, llegó hasta el Supremo, aunque sin éxito.

Uno de los últimos capítulos de este enfrentamiento se escribió el pasado año, cuando la Protectora consiguió que la UE aceptara el registro de la marca que se le había anulado a nivel nacional, con lo que tendría la exclusividad de la denominación de La Balesquida en todos los Estados miembros, pero no así en España, según la interpretación de la Cofradía.

Tras ese éxito, la Protectora reabrió la batalla judicial en España con una demanda en la que reclama la exclusividad de la marca y que se impida a su ahora antagonista seguir utilizándola.

La demanda fue contestada antes de que el proceso judicial en marcha se viera ralentizado por la pandemia. La Cofradía de La Balesquida y su Sociedad Protectora vuelven a estar pendientes de los tribunales.

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