Aparcar en Ciudad Naranco lleva muchos años siendo una auténtica odisea, pero el problema es aún mayor a raíz de las medidas establecidas por las autoridades sanitarias para frenar la pandemia del coronavirus. Primero, el confinamiento y, después, la proliferación del teletrabajo han provocado que haya menos movilidad y que los vehículos permanezcan durante más tiempo estacionados en un barrio en el que también aparcan coches que no son de la zona y muchos conductores que buscan plaza a tiro de piedra del centro. "Está muy claro que llevamos mucho tiempo siendo el gran parking de Oviedo. Estamos a menos de cinco minutos de la calle Uría y eso es muy atractivo", explica Rubén Fernández, presidente del colectivo vecinal Ciudad Naranco Existe.
La rotación de vehículos ha bajado en el barrio y eso se nota. "Hay mucha gente que ahora está en casa trabajando y que no mueve el coche como lo hacía en condiciones normales. Esos vehículos ocupan las zonas que no son de pago, se quedan ahí durante días y los vecinos no podemos aparcar nunca cerca de nuestras casas. Muchas veces tenemos que caminar más de un kilómetro", asegura Fernando Montes, que vive en la calle Torrecerredo. "Aparcar en este barrio se ha convertido en algo imposible", añade.
No es la primera vez que los vecinos se quejan por la falta de aparcamientos en Ciudad Naranco y algunas asociaciones ya han puesto sobre la mesas propuestas para aliviar el problema. Los representantes del colectivo La Centralilla, por ejemplo, solicitaron en su día que el Ayuntamiento habilite más zonas verdes -que priorizan el estacionamiento de los vehículos durante un margen de tiempo más amplio- con permisos especiales para los residentes. El portavoz de la asociación, Gonzalo Díaz, llegó a proponer algunas calles para instaurar la zona verde, como Montes del Sueve, Monte Gamonal, Augusto Junquera o la zona cercana al colegio Loyola.
Las asociaciones del barrio también llevan mucho tiempo solicitando que el Ayuntamiento habilite las plazas libres del aparcamiento de Ferreros -situado bajo la plaza de Juan Pablo II- para uso de los vecinos del barrio. El parking es de titularidad municipal, pero aún así no se permiten los alquileres ni los estacionamientos rotatorios.
El Ayuntamiento de Oviedo acaba de habilitar un aparcamiento con capacidad para cincuenta coches en Ciudad Naranco, concretamente junto a las instalaciones del Fundoma, en la calle Ernesto Winter Blanco. También se han acondicionado las parcelas de algunas naves derribadas de la calle Almacenes Industriales para esos usos, pero para los vecinos no es suficiente. "Urgen otras actuaciones", dice Gonzalo Díaz.
