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Las orquestas prescindirán de unos veinticinco músicos para tocar en el foso con seguridad

"En Oviedo nos adaptaremos a las circunstancias y el sonido será muy Mozart", señala Celestino Varela, director general y artístico de la Ópera

Las orquestas deberán reducir el número de sus componentes durante las próximas funciones de ópera en el Campoamor, previstas para septiembre. Será la única manera de caber en el foso del teatro cumpliendo las indicaciones del Real Decreto del día 19, que obliga a mantener una separación de al menos un metro y medio entre los músicos y más aún en el caso de los que tocan instrumentos de viento, ya que no usan mascarilla y pueden proyectar partículas de saliva. Si una orquesta estándar tiene 59 o 60 profesionales en el foso, ahora deberán tener 35. Y puede que incluso menos. "Podríamos reducir más la orquesta, porque hay muchas casas editoriales que tienen ya registradas versiones reducidas que se han hecho históricamente en teatros pequeños o casas particulares", explica el director general y artístico de Ópera Oviedo, Celestino Varela.

La entidad lírica ovetense está en contacto directo con la OSPA y Oviedo Filarmonía para perfilar los detalles del trabajo a partir de septiembre, cuando abra el Campoamor y continúe la temporada operística. El plan incluye la posibilidad de que algunos músicos se sitúen fuera del foso, en los palcos. Según Varela, el foso del Campoamor es muy pequeño y no permite ampliar espacio como en otros recintos similares, por ejemplo, el teatro Real de Madrid. Allí se representará en julio La Traviata. Quitarán dos filas de la platea y cabrán sin problema 56 músicos en el foso. Los instrumentos de viento estarán separados dos metros. Los de cuerda, uno y medio. "En Oviedo nos adaptaremos a las circunstancias. El sonido será muy Mozart", comenta Varela.

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