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El World Cheese Awards garantiza la sede de Oviedo a falta de concretar la fecha

La organización duda entre mantener la cita para el mes de noviembre, aunque con cambios en el programa, o aplazarla al año que viene

La reunión mantenida ayer en Oviedo por el comité organizador del World Cheese Awards. LNE

El Principado, el Ayuntamiento y el Instituto del Queso se dieron ayer una prórroga para decidir si, finalmente, el World Cheese Awards, el prestigioso Mundial de los Quesos, se celebra en el Calatrava entre el 4 y el 7 de noviembre o se pospone. Los promotores de la cita que, en un principio, aspiraba a atraer unos 15.000 visitantes se debaten entre conservar la fecha inicial, con una adaptación del programa y del escenario a las exigencias sanitarias o, por contra, aplazar al próximo año la celebración. La decisión se tomará, según explicó ayer Oskia Yaben, del Instituto del Queso, "en tres o cuatro semanas". Será durante un encuentro como el que se celebró ayer en la sede de la Consejería de Agroganadería.

Tanto el Instituto del Queso como los organizadores británicos del certamen aprovecharon la reunión de ayer con, entre otros, el consejero Alejandro Calvo y el concejal de Turismo de Oviedo, Alfredo García Quintana, para lanzar un mensaje de tranquilidad. "Lo único que nos falta es la fecha, pero el compromiso de traer el evento a Oviedo sigue plenamente firme", apuntó la responsable del Instituto del Queso Lucía Villegas.

El Principado y el Ayuntamiento hicieron un importante esfuerzo económico para que la capital asturiana fuera elegida como sede de la cita y confían en que los 400.000 euros invertidos tengan retorno en el sector turístico local. Como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA a finales de mayo, el Ayuntamiento barajaba la posibilidad de retrasar al próximo año el evento, con el objetivo de "lograr la máxima afluencia posible". Alfredo García Quintana veía con buenos ojos la posibilidad de retrasar hasta 2021 el evento con la esperanza de que, para entonces, ya no haya restricciones de aforo.

Desde el Instituto del Queso, sin embargo, no tiran la toalla sobre la posibilidad de poder celebrar el World Cheese Awards este mismo año. Para ello, ayer se comprometieron a entregar en menos de un mes una programación adaptada a los requisitos sanitarios de la "nueva normalidad". A juicio de la institución dirigida por Lucía Villegas, existe margen para amoldar las actividades previstas a las exigencias de la normativa y poder tener este otoño un cónclave en el que se darían cita más de 4.000 variedades de quesos de todo el mundo.

La última palabra la tendrán los patrocinadores. Es decir, las administraciones regional y local. Tanto el Principado como el Ayuntamiento examinarán la nueva propuesta del Instituto del Queso y los organizadores británicos para valorar si es posible su celebración. La decisión, aseguran fuentes de todas las partes, será consensuada. Para evitar fricciones, la comunicación sobre el evento se centralizará a través del organismo dedicado al estudio y promoción de la actividad quesera.

En principio, las restricciones de Sanidad no impedirían la llegada en noviembre ni de las variedades de queso foráneas ni de los alrededor de 300 jueces internacionales del jurado. El principal problema sería garantizar el suficiente aforo como para hacer la cita rentable para el sector turístico. "Nuestra obsesión es conseguir que puedan disfrutar de este evento el mayor número de personas que sea posible", apuntan desde el Instituto del Queso.

Los esfuerzos se centran ahora en modificar el programa del denominado como "Asturias Paraíso Natural Cheese Festival 2020", de manera que puedan celebrarse actividades seguras frente a contagios de coronavirus. La apuesta primigenia era la de complementar el concurso mundial con una feria agroalimentaria y diferentes actividades, como catas, exhibiciones culinarias con nombres como el del cocinero José Andrés de cabezas de cartel y otras iniciativas orientadas al ocio.

La solución pasaría por redistribuir los escenarios, de manera que se garantice la distancia de seguridad, y conservar al máximo la oferta programada durante muchos meses de trabajo. "Confiamos en que la nueva propuesta cumpla con todos los requisitos y que el Calatrava pueda acoger el evento este otoño", declaran los promotores acerca de un evento cuya finalidad, sostienen, "no es generar aglomeraciones, sino posicionar a Asturias como un destino gastronómico de primer nivel".

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