"Quisimos darle un enfoque distinto y lo conseguimos". Así de satisfecho se mostró ayer el concejal de Cultura, José Luis Costillas, a la hora de valorar la programación municipal con motivo del Orgullo Gay, que se limitó a un concierto de ópera y música clásica en la plaza de Porlier y a una proyección de cine que finalmente se suspendió por las previsiones de lluvia. El programa fue muy criticado por la oposición por no contar con los colectivos LGTBI, y el PSOE decidió conmemorar el día posando con mascarillas en los nuevos bancos de la Escandalera, a los que vistieron con la bandera arcoíris.

Costillas fue uno de los asistentes al concierto, en el que las intérpretes Marina Pardo y Ana Peinado interpretaron varias canciones con Sam Peña al piano. La organización eligió un repertorio de temas relacionados de algún modo con autores LGTBI y con guiños a los roles "travestidos" de las cantantes líricas de finales del siglo XIX y principios del XX que interpretaban a personajes masculinos en las óperas. El recital, que llenó todas las butacas disponibles, aunque la mayoría con espectadores casuales que se animaron al ver el escenario, tuvo como colofón la interpretación de la "Traviata" por el Coro de la Ópera de Oviedo.

"Hemos querido fusionar los referentes culturales de Oviedo con las reivindicaciones de igualdad de los colectivos LGTBI", indicó Costillas para defender "el enfoque distinto" con el que el Consistorio conmemoró el Día del Orgullo Gay al margen de los colectivos que solían organizar actos multitudinarios, que la pandemia impidió convocar este año.

Por su parte, los concejales socialistas se hicieron una foto en un banco de la Escandalera recubierto con una bandera arcoíris. "Hemos devuelto fugazmente el color de los bancos para reiterar nuestro apoyo a la lucha por la igualdad", indicaron como protesta por la retirada de los bancos arcoíris de la Escandalera.