La Guardia Civil, en el marco de la "operación Feiticeiro", ha detenido a un ruso de 59 años por fabricar falsos medicamentos con fertilizantes, que luego vendía falsificando la marca. En esta operación también se investiga a dos mujeres, una como supuesta colaboradora en la fabricación, suministro y almacenamiento de los medicamentos y la otra residente en Alicante donde el detenido tenía una segunda residencia.

La operación se inició a finales del pasado año, cuando los agentes recibieron una denuncia en el puesto de Pravia. Un hombre manifestaba que, siendo parte de una sociedad que trabajaba con un complejo de aminoácidos que se usan en agricultura y cuyas ventas y gestiones de ampliación de mercado se hacían en Rusia, Ucrania y otros países de la zona, desde principios de ese año, le habían bloqueado el correo electrónico de la empresa y cambiado las claves, perdiendo toda clase de contacto con su socio, que le acusaba de inactividad.

Los agentes identificaron al socio del denunciante como V. S., ciudadano ruso de 59 años y con domicilio en Tudela Veguín. Asimismo, los agentes constataron que V. S. se dedicaba a la fabricación casera de supuestos medicamentos para el consumo humano en su vivienda, y que comercializaba en Asturias, Alicante y Rusia. Se pudo constatar que el investigado carecía de los permisos necesarios para la elaboración y comercialización de los medicamentos. A lo largo de la investigación también se pudo determinar que los medicamentos ilegales eran elaborados con principios activos agrícolas, amparados con documentación falsa y que se había creado para su distribución una marca ficticia. Para ello hacía uso de un logo y nombre comercial de dos empresas reales ubicadas en España.

Por tal motivo, se procedió a la detención de V. S. como presunto autor de un delito contra la salud pública y otro delito contra la propiedad industrial, y se procedió al registro de la vivienda del detenido, donde se intervinieron 25 kilos de distintas sustancias, minerales, vegetales, nutrientes, fertilizantes, biofertilizantes, otros complementos de uso agrícola, 106 litros de aditivos de alimentación para uso ganadero que se empleaban para la fabricación de los medicamentos, los frascos empleados para su envasado y 7000 euros en efectivo.

Para manipular estos productos, el detenido mezclaba estas sustancias con agua destilada, envasaba el falso medicamento en frascos adquiridos en farmacia e imprimía las etiquetas, prospectos y cartonaje falseando las indicaciones sobre fabricante, origen y modo de empleo. El detenido afirmaba que este fármaco era un protector y activador de la regeneración en el organismo humano que contrarrestaba dolencias de gravedad como cáncer y síndromes de ansiedad o cansancio. El falso medicamento preparado era vendido al precio de entre sesenta y ochenta euros por unidad.