"Estaba muy bien cuando salíamos a las ventanas para aplaudirlos, pero estos sanitarios también necesitan nuestro apoyo ahora, porque la situación es muy grave", resume Jesús García Peón, que es miembro del colectivo Asparve y ayer le dolió que no hubiese mucha gente apoyando la concentración que protagonizó el personal sanitario del centro de salud del barrio. La plantilla lleva tiempo denunciando que el servicio está saturado y que no dan a basto para atender a los pacientes.

El ambulatorio de La Corredoria espera desde hace más de un año la incorporación de un médico de familia y una enfermera que ya le habían concedido para aliviar el peso laboral y mejorar la calidad asistencial. El centro de salud atiende actualmente a más de 21.500 personas: 18.000 adultos, 3.500 niños y un número variable de usuarios desplazados de otras comunidades. El ejemplo de que el personal es insuficiente está en pediatría, con tres médicos y medio para todos los menores. El término "medio" responde a que hay un profesional compartido con el centro de salud de Ciudad Naranco. Además, el coronavirus ha empeorado la situación en todas las áreas, incluida la de administración, donde los trabajadores atienden infinidad de consultas y dudas, hacen tarjetas y trámites diversos.

Los trabajadores del ambulatorio de La Corredoria tienen previsto seguir concentrándose hasta que el Sespa "cumpla con su promesa" y atienda sus demandas. Y las asociaciones solicitan el apoyo del barrio para que esa respuesta sea rápida. "Si esto no se soluciona seguirá habiendo los problemas que hay ahora mismo durante mucho tiempo y las cosas irán a peor", dice Jesús. García Peón.