Pese al año de retraso acumulado sobre los planes iniciales, RPPSE Espacio Oviedo, la sociedad dueña del centro comercial de Calatrava con Dilip Khullar, de Estabona Management, al frente, mantiene la hoja de ruta para relanzar el espacio de Buenavista. Al menos eso es lo que trasladaron ayer un equipo de arquitectos que trabajan para Khullar al Ayuntamiento de Oviedo, en una reunión con el concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta, a la que asistieron también los responsables del área, con la jefa de licencias, Carmen del Prado, y el ingeniero municipal, Ignacio Ruiz Latierro, al frente, y con la participación del asesor de alcaldía y también arquitecto José Ramón Pando.
La reunión fue un paso mas en la presentación del nuevo espacio que Estabona quiere desarrollar en el Calatrava, relanzando el centro comercial pero con una patada muy vinculada al ocio, con oferta de cines, y con un rediseño total del espacio. Según fuentes conocedoras de la operación, las negociaciones mantenidas en los últimos meses con el estudio del arquitecto Santiago Calatrava han despejado el camino para que la reforma del espacio sea posible. En los planes iniciales de Estabona, tal y como publicó en exclusiva LA NUEVA ESPAÑA, figuraba la supresión de la división actual de varias alas y su sustitución por un modelo clásico de centro comercial, con un gran hall central en torno al que se articularían los nuevos espacios.
La reunión de ayer era la continuación a otra mantenida hace unos meses, y forma parte de la nueva estrategia para relanzar el Calatrava en la que la propiedad quiere ir de la mano del Ayuntamiento. RPPSE Espacio Oviedo quiere, de esta forma, dar pasos en firme seguros de que su nuevo modelo de centro comercial encaja con las necesidades de la ciudad y cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento.
En paralelo, Estabona busca también cerrar la nómina de socios con los que confía en dar forma al nuevo centro comercial del Calatrava.
RPPSE Espacio Oviedo tenía previsto en sus planes de negocio una inversión de diez millones de euros para cambiar el edificio en su mayor parte. El detalle de los planes de reconstrucción que figuraban en el primer proyecto incluían medio millón de euros en demoliciones, 4,3 millones de euros en alteraciones del espacio interno, 2,3 millones en el remate del espacio interno, 200.000 euros en ascensores y otros 200.000 euros en alteraciones externas, más una previsión de 2,3 millones de imprevistos.
En la reunión de ayer, como en otras anteriores, los arquitectos que trabajan para la propiedad del centro comercial dedicaron buena parte del tiempo en analizar los sistemas de seguridad y salidas de emergencia que podría tener el nuevo centro comercial.
El futuro del Calatrava sigue siendo, con todo, bastante incierto desde que los nuevos propietarios adquirieron el centro comercial el 31 de diciembre de 2017. Desde entonces se sucedieron los cierres de la mayor parte de las tiendas hasta que la salida del Corte Inglés marcó ya la fecha de cierre definitiva de todo el conjunto. Eso se produjo el 21 de marzo de 2019, con la salvedad del local de una cadena de hamburguesas que peleó en los juzgados y mantiene su actividad en precario dentro del recinto de lo que fue el centro comercial.
A la fecha de cierre, que coincidía con los planes iniciales de los nuevos propietarios, no siguió el arranque de las obras de demolición. A la falta de cerrar la nómina de inversores o socios en el negocio, RPPSE Espacio Oviedo sigue dándole vueltas al modelo y, en teoría, ultimando los detalles.
