Oviedo pierde hoy a una de esas personas que dan lustre al escudo de la ciudad. Jaime Álvarez-Buylla Menéndez ha fallecido a los 88 años de edad, el próximo 22 de julio cumpliría 89. Médico y melómano, ha sido durante décadas referente del Oviedo cultural. Nació en la casa en la que vivía, en Cabo Noval,l, a la trasera de lo que entonces era el Banco de España y hoy es la sede de la Presidencia del Principado.

Con tres años tuvo que dejar su casa al ver cómo hombres armados asaltaban en la Revolución del 34 el Banco de España. Fue un pequeño éxodo, hasta la cercana casa de una tía en la calle Martínez Marina, apenas unos cientos de metros, pero no sería el único. La Guerra Civil le obligó a abandonar Oviedo y le llevó a vivir a Castropol y Navia, de ahí su querencia por el Occidente asturiano. También vivió en Valladolid, donde estudió medicina, y en Madrid, donde amplió su formación.

Muchos ovetenses que no tienen lazos familiares con Álvarez-Buylla, le llamaban "tío Jaime", lo que da la medida del cariño que le tiene la ciudad a un hombre que durante toda su vida ha sembrado precisamente eso, cariño. Amable, afable, tremendamente educado, respetuoso y cariñoso. Jaime Álvarez-Buylla siempre tenía presta una palabra amable, un buen gesto y la pregunta justa para interesarse por la familia o los problemas de su interlocutor; y ayudar a remediarlos si está en su mano.

Hay dos ámbitos en los que Jaime Álvarez-Buylla VOLCÓ su vida, la medicina y la música. A la medicina llegó después de corretear de niño por el Sanatorio Getino que su padrino, Antonio Fernández Getino, tenía en la calle Asturias; a la música lo hizo por tradición familiar. Y ahí siguió hasta el final, al frente de la Sociedad Filarmónica, la que construyó el Teatro Filarmónica.

El funeral tendrá lugar mañana sábado a la una de la tarde en la iglesia de San Isidro el Real.