La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Muere Jaime Álvarez-Buylla, el ovetense eterno

El fallecido, que tendrá calle en la ciudad, reconocido traumatólogo y melómano, fundó el centro de rehabilitación del Cristo y dedicó su vida a su querida Sociedad Filarmómica

Jaime Álvarez-Buylla en su domicilio de Oviedo durante una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA. LUISMA MURIAS

Oviedo ha perdido uno de sus emblemas, un referente. Era el sentir generalizado ayer en el velatorio de Jaime Álvarez-Buylla Menéndez (Oviedo, 22 de julio de 1931), fallecido a última hora de la noche del jueves. Médico traumatólogo, especialista en rehabilitación con un servicio que puso en marcha en Oviedo en 1963 y melómano confeso y ejerciente, deja un vacío en la ciudad que será muy difícil de llenar.

Jaime Álvarez-Buylla era el hombre que siempre tenía el gesto amable y la palabra justa. La persona discreta dispuesta a ayudar y que era más de elogiar que de recibir elogios. Más de una veintena de nombres de calles de la ciudad se deben de alguna forma a su insistencia ante sucesivos gobernantes para que se reconociese con esta distinción a ovetenses destacados, pero cuando hubo un movimiento para que una vía llevase su nombre, él confesaba que "se moría de vergüenza".

El alcalde, Alfredo Canteli, aseguró ayer en la capilla ardiente que Jaime Álvarez-Buylla tendrá una calle con su nombre en la ciudad. "Tenía que haberla tenido hace mucho tiempo y siempre lo he tenido en cuenta", explicó. El regidor despedía por encima de todo a un amigo, pero también "a una referencia en Oviedo". "Que la ciudad tenga un gran prestigio internacional en el mundo de la música clásica no es casualidad, se debe a personas como Jaime Álvarez-Buylla", remarcó en referencia a la afición del fallecido por la lírica y a su labor como presidente de la Sociedad Filarmónica de Oviedo. En ese ámbito precisamente, "en lo musical", el exalcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, que también acudió al velatorio a última hora de la tarde, aseguró que "la ciudad tiene una deuda pendiente con Jaime Álvarez-Buylla".

En el ámbito profesional también deja el doctor Álvarez-Buylla un gran recuerdo. "Era un extraordinario referente en el Colegio de Médicos", subrayó el presidente de la entidad colegial, el también traumatólogo Alejandro Braña. El fallecido fue pionero en la medicina laboral pero especialmente en el de la rehabilitación, convirtiendo Oviedo en referencia nacional. A él se deben las piscinas que el servicio de rehabilitación del Hospital de Asturias tenía en el Cristo y que en su momento fueron las mejores de Europa.

En lo personal, Braña consideraba al fallecido como "un referente indispensable para entender la sociedad ovetense".

Buena parte de esas claves de la sociedad ovetense las describió Jaime Álvarez-Buylla en los artículos que publicó durante años en LA NUEVA ESPAÑA. "Aún tenía cosas pendientes de enviar al periódico", recordaba ayer su hijo Manuel a la puerta del tanatorio de Los Arenales mientras explicaba a aquellos que se acercaban a darle el pésame cómo había sido el rápido proceso de apenas unos días hasta el fallecimiento. Una mala caída en casa le causó una fractura en el brazo, la situación se complicó días después con una embolia pulmonar y pasadas las once de la noche del jueves fallecía en el Centro Médico de Asturias. Su funeral se celebrará hoy a la una de la tarde en la iglesia de San Isidoro el Real, en la plaza del Ayuntamiento de esta ciudad a la que tanto quiso y que tanto le quiso.

La sala diez del tanatorio de los Arenales fue punto de encuentro de aquellos que querían arropar a su esposa, Margarita Álvarez-Santullano, y a sus hijos, Jaime y Manuel. Todos acudían a mostrar sus respetos a una persona que se caracterizó siempre por eso, por ser lo más respetuoso, amable y atento que se podía encontrar en la ciudad. Empresarios, médicos y personas relacionadas con el mundo de la música tenían el común sentimiento de que con el fallecimiento de Jaime Álvarez-Buylla Oviedo pierde a uno de sus indispensables en el mundo de la cultura, de la medicina y por encima de todo de la amistad, a la que consagró su vida.

El oftalmólogo Luis Fernández-Vega, presidente de la Fundación Princesa de Asturias, fue uno de los primeros en acudir a los Arenales, para despedirse de un amigo "que representaba el cariño hacia Oviedo". Álvarez-Buylla había estado hace un par de semanas su clínica para una revisión ocular y una vez más sorprendió al oftalmólogo "con su conocimiento de la historia de la ciudad". Tan ovetense era que el directivo de Liberbank Felipe Fernández aseguraba también en el tanatorio que con su muerte "fallecía una parte de Oviedo". El empresario y el doctor se conocieron bien, no en vano Álvarez Buylla fue durante cuatro décadas médico de empresa de Hidroeléctrica del Cantábrico (hoy EDP), donde coincidieron.

Si ayer todos reconocían su labor como humanista, como persona entregada a Oviedo, también muchos se lo habían hecho saber en vida. Es el caso del Rotary Club de Oviedo y la Asociación Cultural La Castalia. Las dos instituciones habían rendido homenaje al fallecido en los últimos años y ayer quisieron recordarlo como una parte importante de su historia. Juan Pérez Zaldívar, presidente de los rotarios de Oviedo, fue vecino durante décadas de un hombre al que adornaban "grandes cualidades humanas y profesionales". Zaldívar recordó que en sus últimas conversaciones Jaime Álvarez-Buylla seguía empeñado en relanzar la actividad de la Sociedad Filarmónica.

En esos empeños abundó Javier Menéndez, director artístico durante 15 años de la Ópera de Oviedo y ahora al frente del Teatro de la Maestranza de Sevilla. "Dentro de su conocimiento absoluto en el ámbito musical, siempre tenía interés por descubrir cosas", resaltaba Menéndez.

El hombre a quien tanto le gustaba aprender deja el legado de haber enseñado lo que es el amor y el cariño por una ciudad. Un ovetense eterno.

Muchos han sido los ovetenses y asturianos que han querido tener un recuerdo escrito sobre lo mucho que Jaime Álvarez-Buylla les estimuló o les ayudó. Muchos recuerdos como homenaje póstumo que se pueden consultar en el siguiente enlace.

Compartir el artículo

stats