El Ayuntamiento de Oviedo, a través de la Fundación Municipal de Cultura, busca la fórmula para salvar la Sociedad Filarmónica, entidad que, según sus responsables, se encuentra "en una situación crítica". La Filarmónica, presidida hasta el pasado jueves por el fallecido Jaime Álvarez-Buylla, está ahogada económicamente y al borde de su desaparición.
El concejal de Cultura, José Luis Costillas, mantuvo la semana pasada un encuentro con los responsables de la asociación para intentar llegar a un punto de encuentro que sirva para mantener la actividad. Fue una primera toma de contacto bajo la convicción de que "Oviedo no se puede permitir perder la Sociedad Filarmónica", resume Costillas.
La asociación no percibe desde hace años ninguna subvención municipal, según reconoció el edil, tan solo existe un acuerdo con el Ayuntamiento para la cesión del teatro Filarmónica, donde la Sociedad celebra dos conciertos al mes entre octubre y mayo.
Costillas reconoce una situación "un poco complicada" y de ahí su intención de buscar fórmulas de colaboración para evitar la disolución de la Sociedad. "No podemos permitir que desaparezca y para ello pondremos en marcha los mecanismos necesarios", insiste el responsable de Cultura del equipo de gobierno, formado por PP y Ciudadanos.
Entre esos mecanismos necesarios podría encontrarse la fórmula de una subvención nominativa directa o la puesta en marcha de colaboraciones de la Filarmónica con otras entidades de la ciudad. También el Ayuntamiento podría, mediante algún tipo de acuerdo, encargar a la Sociedad la organización de algún tipo de actividades, con lo que la Filarmónica tendría una inyección económica. No hay nada claro y sí muchas ideas, como la de integrar la Sociedad Filarmónica dentro de la Fundación Musical "Ciudad de Oviedo", de la que ya forma parte, por ejemplo, la orquesta Oviedo Filarmonía. De este modo se uniría la tradición musical que representa la Sociedad Filarmónica, fundada en 1907, con una Fundación más moderna en defensa de la música clásica en la ciudad.
La intención de Costillas es mantener nuevos encuentros las próximas semanas para buscar el mecanismo adecuado para mantener la actividad de la Sociedad.
El tesorero de la Filarmónica, Andrés Avelino Telga, reconoció ayer que la situación de la entidad es "crítica" debido a la falta de ingresos. La Filarmónica se mantiene exclusivamente de la cuota de sus socios. El número de asociados ha descendido notablemente en los últimos años. Así, en 2007 se superaban los 800 socios y en la actualidad la cifra está en 380 asociados. El descenso en el número de cotizantes se debe fundamentalmente a que estos se han ido muriendo a lo largo de los años. La media de edad de los socios supera ampliamente los 70 años y no logran rebajarla, por lo que es muy complicado mantener el número de socios.
La Filarmónica organiza dieciséis conciertos al año, "y no llegamos a pagar en tiempo y forma las facturas de los últimos del año", reconoce el tesorero. Ante esta situación creen que "la única forma" de que sobreviva la entidad, con más de un siglo de historia, "es que reciba algún tipo de subvención de las administraciones o ayuda de empresas privadas".
Ese era el gran empeño en los últimos meses de Jaime Álvarez-Buylla, presidente de la Filarmónica, fallecido el pasado jueves en la ciudad.
