El camino de los 8x8 "Dragón" para el ejército español que la fábrica de Trubia aspira a fabricar está siendo lo opuesto a un paseo militar. Tras las críticas de Podemos y el intento de sabotaje de los partidos catalanes al contrato, ahora se acaban de paralizar las pruebas de los demostradores (los vehículos piloto) que se iban a desarrollar desde mañana y hasta el 17 de julio en el Centro Nacional de Adiestramiento de San Gregorio, en Zaragoza.

Con los vehículos ya montados en las góndolas y una docena de personas movilizadas y listas para lo que iba a ser la primera gran prueba de fuego para estos 8x8, Defensa decidió in extremis aplazar las pruebas debido a las condiciones meteorológicas. El estado del campo de tiro de Zaragoza, sin desbrozar, las altas temperaturas, y la munición que estaba previsto utilizarse (del tipo airbust munition, ametralladoras coaxiales, lanzadores fumígenos y misil Skipe LR) llevaron a Defensa a concluir que había un riesgo de incendio muy alto que desaconsejaba aplazar las pruebas.

Fuentes próximas al proyecto del 8x8 "Dragón" indicaron que por el momento no se ha planteado un nuevo calendario para probar los demostradores, pero rechazaron cualquier problema con la entrega de los vehículos.

Santa Bárbara y el resto de firmas (Indra y Sapa) que forman parte de la unión temporal de empresas encargada de producir los cinco prototipos que servirán de base para el nuevo 8x8 del Ejército español tienen hasta finales de año para entregar estos demostradores, que, según las condiciones iniciales tenían que haber estado listos el 31 de mayo. El departamento que dirige Margarita Robles ha tenido en cuenta la situación generada por el coronavirus, un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en Santa Bárbara y ha dado el visto bueno a una nueva prórroga. Las pruebas definitivas, con los demostradores ya entregados, se harán en 2021.