Los asesinos de Imran, el niño de 21 meses hallado muerto a golpes dentro de una maleta tirada en la maleza del apeadero de tren de Vallobín en octubre de 2014, vuelven a sentarse hoy en el banquillo acusados de infringirle al pequeño numerosas lesiones antes del fatídico día en el que acabaron con su vida. La vista oral es a las 10.30 horas en el Juzgado de lo Penal 4 de Oviedo, hay señaladas otras dos sesiones el 10 y el 14 de este mes y ambos se enfrentan a una pena de cinco años que se sumaría a la condena en firme de 20 años y 8 meses para la madre, Fadila Chardoud, y de 28 años y cinco meses para su entonces pareja, David Fuentes.

El Ministerio Fiscal considera que el hombre fue el autor material de la agresión y que la mujer, sabiéndolo, no hizo nada para evitarlo. El Tribunal Supremo confirmó íntegramente el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que ordenó enjuiciar de nuevo, por parte de un tribunal profesional, las lesiones por las que ahora se les acusa.

El caso es uno de los crímenes más brutales de la historia negra de Oviedo. El niño murió al menos tres días antes de que unos operarios lo encontraran dentro de la maleta. Según la autopsia, le zarandearon, le arrastraron y le golpearon contra la pared o el suelo. Además, la Fiscalía sostiene que durante la primera quincena de octubre de 2014, encontrándose los tres en la casa, el hombre propinó un fuerte puñetazo al niño en una pierna, lo que motivó que sufriese una importante fractura. Acto seguido le colocó un trapo caliente sobre el muslo derecho, lo que le provocó una quemadura. La madre no hizo nada por evitar estas agresiones.