La Fiscalía del Principado de Asturias solicita 11 años y un día de prisión, alejamiento y libertad vigilada para un procesado por agredir sexualmente, amenazar y tirar por la escalera a su ex pareja porque no aceptaba que hubiera roto con él. La vista oral está señalada mañana, 9 de julio de 2020, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo, a las 10,00 horas.

La Fiscalía sostiene que el procesado mantuvo una relación de pareja, sin convivencia, con la víctima durante un año y medio aproximadamente y que el noviazgo finalizó a mediados del verano de 2016 por decisión de ella. El procesado, siempre según el relato del Ministerio Público, nunca aceptó la ruptura y seguía llamándola y presentándose en su casa con cualquier pretexto.

El Ministerio Fiscal sostiene que la situación fue empeorando. Que el 10 de septiembre de 2016 el procesado la llamó para verla y la víctima se negó, diciéndole que prefería permanecer en su domicilio, en Teverga, donde vive con sus tres hijas, fruto de un matrimonio anterior, cuando en realidad había planeado irse a unas fiestas en Lena con una amiga.

En estas circunstancias, entre las 04,30 y 05,00 horas del 11 de septiembre de 2016, el procesado se personó en la vivienda de la víctima insistiendo en que le abriera, negándose a ello una de las hijas menores que, muy asustada, le dijo que su madre no estaba en casa, llamándola, a continuación, para avisarla.

Cuando la afectada regresó a su domicilio con una amiga, se encontró con el procesado, quien le recriminaba y pedía explicaciones por haberse ausentado de la vivienda.

Ella subió al piso para calmar a su hija, en tanto que el procesado se quedó hablando con su amiga, alterándose nuevamente al advertir una llamada proveniente de un amigo, a quien el procesado no conoce y relaciona con su expareja.

En el momento en que la situación parecía calmarse, la amiga se fue del lugar y la afectada entró en el portal, seguida por el procesado, quien le dijo: "Ahora vamos a hablar", "¿con quién estuviste?" A continuación, le exigió que se quitara la ropa o la molía a palos. La mujer se negó, comenzando a llorar, rogándole que no le hiciera eso. No obstante, el procesado, mostrándose impasible ante sus súplicas, la agredió sexualmente. Seguidamente le dijo que si se enteraba que estaba con otro hombre la mataría, abandonando el lugar.

Horas más tarde la llamó por teléfono pidiéndole perdón, convenciéndola para que no le denunciara, cosa que, en un principio, logró. Sin embargo, sobre las 22,00 horas del 15 de septiembre, el procesado la volvió a llamar por teléfono, insistiendo para reanudar la relación. Durante la conversación, como llamaban al timbre del portal, el procesado supuso que se trataba del amigo del que había tenido celos, por lo que se presentó inmediatamente en la vivienda de su expareja, exigiendo ver al hombre. Cuando la mujer le dijo que no estaba, la agarró por los hombros y la empujó escaleras abajo, golpeándose contra la pared. La víctima sufrió hematoma en el codo izquierdo y ansiedad, que curó en 10 días.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual del artículo 179 del Código Penal; un delito de amenazas del 169.2; y un delito de lesiones del 153.1 y 3. Concurre la circunstancia agravante de razones de género en el delito de agresión sexual.

Por ello, solicita una pena de 11 años de prisión para el acusado y 21 años de alejamiento sobre la víctima. También tres años de prohibición para la tenencia o porte de armas.

En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que el procesado indemnice a la víctima con 15.300 euros por las lesiones y daños morales causados y al SESPA en la cantidad que se acredite en ejecución de sentencia por los gastos de asistencia sanitaria prestada, todo ello más los intereses legales correspondientes.