Ya no hay marcha atrás para una de las inversiones estatales en Oviedo más cuantiosas de los últimos años. La construcción de la nueva sede de Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) comenzará con casi toda seguridad a finales del presente año después de que la Administración General del Estado haya sacado a licitación el proyecto con un presupuesto de 9,4 millones de euros. La iniciativa, que permitirá trasladar las dependencias del IPLA desde Villaviciosa hasta la capital asturiana, es una apuesta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para potenciar la cooperación investigadora aprovechando la cercanía entre la nueva ubicación y el HUCA.
El nuevo edificio se levantará sobre una parcela de más de 50.000 metros cuadrados situada en el entorno del Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono de Oviedo. Los trabajos se prolongarán durante año y medio, a lo que habrá que añadir varios meses de labores para equipar las instalaciones. "Es un proyecto muy ilusionante y que está más cerca que nunca de ver la luz", señala la delegada provincial del CSIC, Ángeles Gómez Borrego, entusiasmada por la aceleración de los trámites en los últimos meses.
Uno de los principales escollos para seguir adelante con el proyecto era la obtención de la licencia municipal. Su concesión llegó en abril, en pleno confinamiento, al volcarse el Ayuntamiento en la tramitación de un proyecto imprescindible en tiempos de crisis. "El coronavirus no supuso apenas ningún retraso en los planes porque los trámites pudieron avanzar a nivel municipal con teletrabajo", celebra la representante en Asturias de la institución estatal.
El equipo de gobierno municipal admite que la luz verde a la construcción del inmueble supondrá un extra de actividad los dos próximos años. La inversión que asume el Estado supondrá un salto cualitativo para Oviedo como ciudad investigadora y al mismo tiempo dará carga de trabajo al sector de la construcción, donde el Consistorio tiene puestas las esperanzas para asumir buena parte del desempleo generado en otros sectores como la hostelería o el pequeño comercio.
El levantamiento de la nueva sede parece más cerca tras un largo periodo de incertidumbre. La presidenta del CSIC, la asturiana Rosa Menéndez, es una de las grandes valedoras de un proyecto muy demandado por el personal del IPLA. Sin embargo, el camino hasta aquí no ha sido de rosas. El anuncio de la apuesta generó al principio un gran malestar en Villaviciosa, donde el instituto lácteo tiene actualmente su sede. El alcalde de Villaviciosa, el socialista Alejandro Vega, trató por todos los medios de retener las instalaciones en el municipio, hasta el punto de que la delegada del gobierno, la también socialista, Delia Losa, llegó a anunciar que intermediaría para evitar el traslado como medida contra el despoblamiento del concejo maliayés.
Sin embargo, la apuesta del CSIC fue clara. La intención es la de crear un gran ámbito de investigación en los alrededores del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La estrategia de la institución pasa por generar espacios de cooperación entre el IPLA y el complejo hospitalario, así como acercarlo a otros equipamientos de investigación como puede ser el Vivarium de La Corredoria o el posible polo biosanitario por el que tanto Ayuntamiento como el Principado y la Cámara de Comercio apuestan decididamente, con la antigua fábrica de armas de La Vega como posible escenario.
Superadas las polémicas, la atención se centró en la tramitación de los permisos. Debido a la envergadura del equipamiento, la licencia municipal se complicó más de lo esperado, pero el área de Urbanismo que dirige el edil de Ciudadanos Ignacio Cuesta se volcó en desbloquear un proyecto "indispensable" para los planes de futuro de la ciudad.
Gómez Borrego es optimista y cree que, salvo imprevisto de última hora, la adjudicación de los trabajos estará lista para finales de año. A priori, los planes del CSIC pasaban por inaugurar las nuevas instalaciones a finales de 2021. Con los plazos actuales ese objetivo será difícil de alcanzar, pero tampoco se tira la toalla definitivamente. A pesar de conocer el largo recorrido burocrático a seguir por el proyecto, la delegada provincial cree que todo podría agilizarse y convertir en realidad los sueños de varios responsables del CSIC y el IPLA cuanto antes. "Será una inversión muy importante para Asturias y la investigación y queremos que llegue cuanto primero mejor", apunta Ángeles Gómez Borrego.
