"Tiene un trastorno psicótico de la personalidad por el que tiene poca empatía, agresividad, violencia y se caracteriza por el engaño y la manipulación". Así definió ayer un psiquiatra a David Fuente, el asesino del niño Imran en octubre de 2014, durante el juicio en el que tanto él como la madre del menor se enfrentan a cinco años de cárcel adicionales por los maltratos a los que sometieron al menor semanas antes de su asesinato y tirar su cuerpo dentro de una maleta al apeadero de Vallobín.

La de ayer fue la segunda sesión de un juicio que se inició el pasado martes con la declaración de los acusados. Fuente, que, aunque ejercía de progenitor no era el padre biológico del niño y ya está condenado a 28 años por su asesinato, aceptó los hechos y la petición de cinco años de la Fiscalía. La madre del niño, por su parte, dijo ser inocente y no haber ayudado al niño porque vivía "anulada" por los maltratos del hombre.

En el día de ayer, la defensa de la mujer llamó a declarar a un psiquiatra y una psicóloga que redundaron en la idea de que el acusado era un maltratador e impidió la reacción de la mujer "por tenerla aterrorizada". Asimismo, pasaron por la sala de vista un médico y un psicólogo forense que no descartaron la posibilidad de que la procesada no defendiera al menor por miedo al que entonces era su pareja.

El martes se celebra la tercera y última sesión del juicio, en la que se aportarán varias pruebas policiales y las partes explicarán sus conclusiones antes de dejar el juicio visto para sentencia.