El auge de las fiestas privadas en pisos y viviendas particulares se ha convertido en una nueva amenaza para la Policía Local de Oviedo. Según señalaron ayer fuentes de la concejalía de Seguridad Ciudadana, este fin de semana se dispararon las denuncias vecinales por la organización de celebraciones a altas horas de la madrugada en viviendas particulares. Dichas denuncias dispararon la actividad policial durante una noche del sábado que se saldó con dos detenciones de conductores por distintos delitos contra la seguridad vial y sin incidentes en los bares de copas y discotecas, los cuales cumplieron a rajatabla la normativa sanitaria.
La tendencia ahora entre los jóvenes es la de organizar fiestas particulares en sus domicilios ante las limitaciones en los locales nocturnos para bailar y moverse con libertad. Esto hace que la policía viva noches de intensa actividad. Concretamente, en la madrugada de ayer fueron varias las salidas realizadas por las patrullas para comprobar in situ los supuestos desmadres organizados por algunos vecinos y denunciados por otros. En la mayoría de los casos la cosa se quedó en advertencia, pero eso no evitó las idas y venidas de los agentes durante toda la noche.
Quienes sí deberán rendir cuentas ante la justicia son dos conductores que fueron interceptados durante un control desplegado en la calle Marqués de Santa Cruz. Entre los 73 pilotos identificados se encontraban dos que incumplían las normas. Uno de ellos dio positivo en un control de alcoholemia, superando los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y deberá someterse a juicio rápido y otro fue pillado al volante a pesar de tener retirado el carné tras quedarse sin puntos.
La parte positiva del fin de semana fue el cumplimiento generalizado de las normas sanitarias por parte de los establecimientos hosteleros de la ciudad. Los operativos especiales encargados de supervisar el cumplimiento tanto en los bares de copas como en las discotecas visitaron varias dependencias en las que vieron cómo con carácter general se cumplían a "rajatabla" las exigencias de mantener a la gente sentada en mesas separadas con el suficiente espacio para evitar contagios.
Los hosteleros del casco histórico cumplieron con la palabra dada al Alcalde, el popular Alfredo Canteli, al que esta misma semana prometieron en una reunión que extremarían las precauciones para evitar aglomeraciones e incidentes. El encuentro se produjo a consecuencia de los incidentes registrados hace dos semanas en dos discotecas que tuvieron que ser desalojadas al encontrarse la policía con gente de pie, sin mascarilla y a menos de metro y medio de otros clientes.
Los titulares de los establecimientos califican de "exhaustiva" la vigilancia policial en las últimas semanas, pero aseguran estar dispuestos a someterse a estos controles. "Es lo que toca y es necesario para dar garantías a los clientes", señalaba esta misma semana el presidente del colectivo de bares de copas, Pepe Reina.
