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Los bares de copas del Antiguo quieren cobrar entrada: "Ayudaría a la viabilidad del negocio"

Los locales pretenden identificar a todos los clientes mediante la venta de tiques para garantizar así el control sanitario

Los bares de copas del Antiguo quieren cobrar entrada: "Ayudaría a la viabilidad del negocio"

La hostelería nocturna ovetense quiere establecer su particular peaje para hacer frente a los gastos derivados del coronavirus. La Asociación de Bares de Copas de Oviedo (ABACO) ha solicitado al alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli, su ayuda para impulsar un cambio legislativo que permita a los pequeños establecimientos cobrar entrada con consumición como ya pueden hacer las discotecas gracias a la Ley de Espectáculos. El regidor ovetense se ha comprometido a trasladar la petición al Principado para que el ejecutivo regional estudie la posibilidad de un cambio normativo.

El colectivo, integrado por 60 establecimientos ovetenses, desgrana varias razones por las cuales debería acometerse este cambio normativo. A juicio de los titulares de los establecimientos, los ingresos extra obtenidos por el cobro de entradas permitirían a los negocios dedicar más inversiones a establecer medidas de control y sanitarias con el objetivo de evitar la propagación del virus.

La propuesta busca también dar herramientas a las autoridades sanitarias en su lucha contra la pandemia. Los bares de copas prevén que los clientes sean identificados a la hora de retirar las entradas, que incluirían derecho a una consumición. La venta de los tickets permitiría generar una base de datos con los nombres de todos los clientes y, de esta manera, se facilitaría el seguimiento de contagios en caso de producirse un rebrote.

Por último, los bares ven en este "ingreso garantizado" un balón de oxígeno frente a la caída de la recaudación derivada de la aplicación de las restricciones sanitarias. "Ayudaría a dar viabilidad a los negocios para mantener el empleo, ya que con el 50% de aforo no podemos permitir que la gente entre y no consuma", defienden, asegurando que otros negocios como los restaurantes o cafeterías no tienen tantos "clientes atechados" como ellos.

De momento, se trata solo de una propuesta, pero los afectados invitan a su estudio "con detenimiento y seriedad" para plantear su aplicación. "Queremos ser un ejemplo para nuestra región de Asturias y ser un ejemplo y modelo para el resto, más concretamente en Oviedo, ofreciendo calidad y seguridad a los clientes", añaden entre sus razones.

El tema fue abordado de refilón durante la reunión mantenida la pasada semana entre el Alcalde y los hosteleros del Antiguo. Alfredo Canteli dijo que elevaría la demanda de los empresarios a la administración regional al ser esta la competente en esta materia. Para los interesados, la solución más práctica y sencilla sería poner a los bares de copas con música amplificada a la misma altura que las discotecas en la Ley de espectáculos, pues actualmente la venta de entradas anticipadas para este tipo de locales no está contemplada por ningún marco legislativo.

Desde el sector defienden su capacidad de generar empleo y vida en la ciudad. Aseguran que son alrededor de 200 los puestos de trabajo generados por la noche en la ciudad y por ello piden que se atiendan sus demandas al igual que ocurre con otras actividades económicas para las que incluso existen ayudas económicas directas a través del plan de reactivación económica aprobado recientemente por el Consistorio.

La intención de cambiar el marco normativo que regula los bares de copas llega de manera paralela a los contactos con el Ayuntamiento para tratar de garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias y evitar contagios por coronavirus. El encuentro de Canteli con los hosteleros permitió alcanzar un consenso de colaboración para concienciar a los clientes de la necesidad de mantener la distancia mínima de seguridad y generalizar el uso de las mascarillas.

Los representantes del sector afirman que darán batalla para sacar adelante unos cambios "necesarios y urgentes" para su supervivencia. "Son medidas buenas para nosotros y hay que pelearlas", declara el propio Pepe Reina, quien desde la reapertura se ha mostrado conciliador con la administración a la hora de colaborar para aplicar con efectividad las medidas sanitarias y ahora reclama más empatía por parte del gobierno municipal y regional, con los que tradicionalmente no ha habido mucho diálogo a la hora de consensuar medidas para regular y controlar la actividad de la noche.

Los hosteleros, "contentos" con la constante presencia policial durante el fin de semana

El sector del ocio nocturno se muestra "contento" por la constante presencia policial en el Antiguo durante las noches del último fin de semana. Los hosteleros aseguran que las supervisiones realizadas por los agentes y de las que todos los establecimientos salieron bien parados suponen un signo más de la "calidad y seguridad" ofrecidas por parte de los empresarios de ocio nocturno de la capital asturiana.

Desde la concejalía de Seguridad Ciudadana destacaron el cumplimiento a rajatabla de la normativa por parte de los establecimientos y para los hosteleros supone el cumplimiento del compromiso adquirido el pasado martes con el Alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli, al que los dueños de las discotecas, los bares de ocio nocturno y los restaurantes del Antiguo le prometieron que se extremarían los controles para evitar incumplimientos de las medidas para evitar contagios de coronavirus.

La actuación policial no solo garantizó el cumplimiento en el interior de los locales, sino que también atajó varios intentos de botellones masivos, según indicaron fuentes de la propia concejalía, aunque fueron muchas las denuncias por la organización de fiestas en viviendas y algunos vecinos también denunciaron aglomeraciones en puntos de la ciudad como la plaza del Sol. "El resultado de los operativos del fin de semana fue muy satisfactorio", declararon fuentes de la Policía Local, a pesar de las intensas jornadas de varios efectivos a consecuencia de los desplazamientos obligados para vigilar las celebraciones caseras denunciadas.

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