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La reposición del cimborrio de San Juan prepara el terreno para colocar la cúpula

La primera fase de la restauración finalizará en unas semanas, con la vista puesta en lograr cinco millones de euros para la rehabilitación integral

La reposición del cimborrio de San Juan prepara el terreno para colocar la cúpula

La primera fase de la restauración de la basílica de San Juan el Real encaró ayer la recta final con la colocación de los elementos del cimborrio (pilares, gárgolas y capiteles), sobre los que se asentará la cúpula, que remata el conjunto, una pieza de nueva hechura, copia de la anterior, realizada en los talleres de Almeida Albañilería y Construcciones, en Riaño (Langreo).

Una grúa de pluma y cinco operarios trabajaron toda la jornada para asentar los nuevos elementos en su lugar, despertando gran expectación entre los viandantes que pasaban por las calles que rodean el templo de San Juan, cuya fachada principal da a la plaza de Fernando Rubio, y hace chaflán entre las calles Melquíades Álvarez y Doctor Casal. La posterior colocación de la cúpula y dos ángeles que se han hecho usando como modelo uno de los antiguos, restaurado para ese fin, también se aprovechará para rehacer la base de cobre de la cruz que remata una de las fachadas, y limpiar un poco los alrededores de la torre, "con más hierba que el Tartiere", según señaló el arquitecto Fernando Secades. El objetivo, dada la escasez de recursos económicos, es aprovechar el andamiaje y la grúa para realizar alguna tarea más.

Sobre las columnas del cimborrio, colocadas en cuatro bloques, van elementos decorativos como las gárgolas que estaban deterioradas. Sobre la parte superior se pondrá una plataforma de hierro para sujetar la cúpula. Sobre la estructura también se colocarán los dos ángeles, que han tenido que realizarse de nuevo con materiales resistentes en un taller de Granda y ahora deben volver a la nave de Almeida para darles el acabado final. El ángel empleado para realizar los moldes de las nuevas esculturas, restaurado ex profeso para ese fin, se colocará en los jardines traseros del templo, como desveló ayer Javier Suárez, rector de la basílica, (con esa categoría por decreto de la Santa Sede del 24 de septiembre de 2014). Pablo Almeida, al frente de la restauración de las piezas, estima en un par de semanas el plazo para pegar el entramado por dentro y unir la estructura. "Esas piezas estaban rotas se pegaron, se unieron, se metió varilla y resina epoxi, un material químico", explica.

El pasado mayo se colocó la vidriera de la ventana más dañada de la capilla de San Antonio, tras una restauración acometida en Gijón. Los operarios de la empresa encargada de recuperar las quince piezas de cristal, elaboradas hace un siglo por unos fabricantes de la escuela vasco-francesa, colocaron la estructura de plomo que permitió devolver a su sitio los materiales retirados, ante el riesgo de desprendimiento total. Su recolocación junto a la de dos ángeles de piedra y el cimborrio, culminará una inversión de 600.000 euros para atender las necesidades más urgentes. José Castro, presidente de Congelados Basilio, pagará el cimborrio, según indicó Javier Suárez, agradecido y feliz ante el gesto que se une a otras donaciones. San Juan precisa un plan de obra por valor de 5 millones de euros, de momento parado, para desarrollar en varias fases. El remate de los trabajos actuales podría estar listo en mes y medio. "Es un proceso laborioso", señala Almeida. El templo, diseñado por el arquitecto Luis Bellido, es de estilo historicista, con formas neorrománicas y bizantinas. Fue edificado entre 1912 y 1915.

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