Los dos jóvenes acusados de abusar sexualmente de una chica 24 años en la vivienda de uno de ellos en la mañana del 19 de enero de 2018 defendieron ayer ante la sección segunda de la Audiencia Provincial que las relaciones sexuales mantenidas con la chica fueron "consentidas y consensuadas". La chica alegó que no recordar nada de lo que ocurrió "desde el último bar" en el que hicieron parada tras una larga noche de fiesta y aseguró que los chicos se aprovecharon de su estado para llevarla a la cama.

En la vista del juicio celebrada ayer tuvieron oportunidad de contraponer sus versiones los distintos implicados. El día de los hechos había cinco personas en el piso. Además de los dos procesados y la denunciante estaban en la vivienda desde las ocho de la mañana otro chico y una amiga de la joven. Los cinco habían continuado la fiesta en el piso por invitación de su dueño y fue allí donde primero uno de los amigos y después el propietario del piso mantuvieron relaciones con la joven.

La chica no se acordaba de nada pero, al día siguiente, una amiga y los propios implicados le contaron lo ocurrido a través de mensajes y audios de Whatsapp que ayer fueron expuestos como prueba durante la vista. "Los archivos dejan en evidencia que no hubo consentimiento", defendió la abogada de la chica, Raquel Roca, mientras que las defensas a cargo de Alfredo García Montes y Luis Alberto Arboleya consideran que las declaraciones de la amiga de la víctima en la que asegura haber escuchado gemidos en la habitación en la que los chicos se encerraron con la víctima, demuestran que esta estaba plenamente consciente.

Durante la vista se visualizaron también vídeos en los que se veía a los implicados en el autobús de camino a la vivienda de La Corredoria y en la zona de los bares. Las partes interpretan lo visto desde distintos puntos de vista si bien la Fiscalía no solo decidió mantener la petición de siete años de cárcel para cada uno de los procesados, sino que pidió abrir diligencias al tercer chico que estuvo en el juicio por haber cambiado radicalmente su versión respecto a una declaración anterior.

Por su parte, las defensas acusaron a la amiga de la denunciante de incurrir en falso testimonio y defendieron la existencia de pruebas de que la chica habría denunciado los hechos por pudor ante su madre después de que esta descubriera que había mantenido relaciones con dos chicos en la misma noche.

La acusación particular reclama ocho años de cárcel y una indemnización de 8.000 euros para cada uno de los acusados por un delito de abuso sexual.