Música "a todo volumen", gritos y consumo de bebidas alcohólicas en un balcón de la calle Federico García Lorca. La Policía Local tuvo que intervenir ayer, minutos después de las ocho de la mañana, en un inmueble en el que se estaba celebrando una fiesta privada. El ruido comenzó a medianoche, sin embargo, no fue hasta la mañana siguiente cuando los habitantes de pisos contiguos decidieron avisar a las autoridades locales por el ruido originado en la celebración de un grupo de jóvenes, bailando en el balcón y sin respetar medidas de seguridad; ya que ninguno llevaba mascarilla.

Tras la llamada, los agentes acudieron al emplazamiento donde se encontraban seis jóvenes, que continuaban la juerga después de haber salido de fiesta por locales del centro. Según su relato, se reunieron "de copeo" 15 amigos alrededor de las 9 y media de la noche del pasado jueves. Algunos de ellos residentes en Oviedo y otros en Cataluña -5 de ellos-, que se encontraban en la ciudad en una visita de un fin de semana. Cerca de la una y media de la madrugada salieron a "dar una vuelta" por varios locales ovetenses y no regresaron a la vivienda hasta pasadas cuatro horas, a las cinco y media de la madrugada. Ese retorno solo lo realizó un grupo reducido, 6 personas, convivientes durante la estancia en Oviedo.

La primera llamada que realizó la persona denunciante fue alrededor de la hora de llegada de los jóvenes, a las cinco y media. Sin embargo, esa llamada no fue fructífera. Además, procedió a avisar a los inquilinos del piso para que apagaran la música y cesasen las molestias. Pero eso tampoco dio resultado. Finalmente, pasadas las ocho de la mañana del día de ayer, apareció la Policía Local, que clausuró la fiesta, identificando a los inquilinos de la casa. Según cuentan los vecinos, las autoridades no llegaron a entrar en el inmueble. Los jóvenes recibieron un aviso, apagaron la música y cerraron las cortinas del balcón, cuando ya circulaban los primeros transeúntes por la calle.

El piso en Federico García Lorca es la vivienda familiar de uno de los jóvenes implicados, que acostumbra a veranear en Oviedo, y aprovechó el fin de semana para juntar a sus amigos catalanes, a los que conoció en la universidad, y los asturianos. Las autoridades locales restaron importancia al asunto.