Antes del confinamiento el concejal de Seguridad Ciudadana había prometido que la ansiada Policía de proximidad podría ponerse en marcha incluso en junio, pero el virus truncó sus planes. La enfermedad impidió que se celebrasen las pruebas para incorporar 44 nuevos agentes a la plantilla y por lo tanto no se pudieron derivar efectivos, con lo que el servicio se retrasa a 2021.