Un hombre de 54 años, vecino de Biedes (Las Regueras) fue detenido en la mañana del martes después de que la Guardia Civil practicase un registro en su vivienda en el que hallaron una gran plantación de marihuana. Los agentes hallaron 81 plantas y cinco kilos de cogollos de la droga repartidos por tres habitaciones distintas equipadas para la actividad ilícita. El propietario del inmueble fue arrestado y una vez que prestó declaración en el Rubín quedó en libertad con cargos a la espera de que los hechos sean juzgados.

La Benemérita venía investigando desde hace varias semanas al vecino al sospechar que podría tener en su domicilio una plantación de marihuana, pero no fue hasta las diez y media del martes cuando dieron el paso de registrar la vivienda. Los agentes del Equipo de Investigación de la Compañía de la Guardia Civil de Oviedo (EICO) se personaron en la vivienda y le comunicaron al supuesto infractor que buscaban confirmar si ciertamente tenía plantas de marihuana en su casa. El investigado accedió sin resistencia y dando su consentimiento explícito a los encargados de la investigación.

Una vez en el interior de la vivienda fue cuando los agentes de la Guardia Civil pudieron constatar la existencia de un amplio despliegue dedicado a la plantación de marihuana en tres de las habitaciones de la casa. En el operativo se intervinieron grandes cantidades de droga, así como medios utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas. En total, hallaron 81 plantas, cinco kilos de cogollos dispuestos en un secadero, 19 ventiladores, 11 focos halógenos y sus correspondientes bombillas, tres filtros extractores, trece transformadores y once envases de fertilizante. Asimismo, también fue intervenida una báscula de precisión y varias bolsitas dosificadoras listas para comercializar las dosis.

Una vez confirmadas las sospechas, los agentes detuvieron al hombre, vecino de Biedes y de 54 años, como supuesto autor de un delito contra la salud pública en la modalidad de cultivo, elaboración y tráfico de droga "indoor" y también solicitaron la presencia de la empresa encargada del suministro eléctrico de la vivienda. Tras hacer varias comprobaciones se confirmó la existencia de un enganche fraudulento a la red eléctrica, por lo cual también se le imputa un delito de defraudación de fluido eléctrico.

El arrestado fue trasladado al cuartel del Rubín y, una vez instruidas las correspondientes diligencias, fue puesto en libertad con orden de presentarse ante la autoridad judicial una vez le sea requerido para prestar la correspondiente declaración.

Las sospechas de algunos vecinos tras percatarse de la existencia de "movimientos raros", así como de los fuertes olores a marihuana detectados por los mismos habrían sido el inicio de unas investigaciones que fueron realizadas con total cautela para tratar de no levantar sospechas y poder así pillar con las manos en la masa al dueño de una vivienda cuya actividad ilícita podría llevar funcionando una larga temporada según fuentes de la investigación.