El Ayuntamiento de Oviedo quiere convertir a los agentes de la Policía Local en sus "mejores embajadores" de cara a las numerosas personas que visitan la ciudad. El concejal de Seguridad Ciudadana, el popular José Ramón Prado anuncia el inicio inminente de una serie de cursos cuyo objetivo será la creación de una "Policía turística". Las clases consistirán en formaciones específicas de los agentes en cuestiones relacionadas con el sector, como la atención al visitante o las relaciones con los establecimientos dedicados a la actividad turística o la oferta de la ciudad.
De momento ya hay previsto en próximas fechas un curso de tres horas de duración y 20 plazas a las que podrán aspirar los más de 300 efectivos municipales, pero la intención es que sean el mayor número de policías posible los que pasen por este tipo de formaciones. "Queremos reforzar nuestra imagen de seguridad y hospitalidad", indica Prado acerca de un proyecto que, puntualiza, en ningún caso buscará la sustitución de las funciones de otros profesionales como, por ejemplo, los guías turísticos. "Seremos un servicio complementario", advierte.
La concejalía trabaja con una hoja de ruta para tratar de cumplir cuatro objetivos principales. El fundamental es que los turistas tengan una percepción de seguridad durante toda su estancia en la ciudad. El segundo consiste en lograr que se vayan con la idea haber recibido la mejor atención, comunicación y gestión de sus necesidades, mientras que el tercer pilar del programa pasa por hacerles disfrutar de la mejor experiencia emocional posible, animándoles a repetir; la cuarta busca convertir al visitante "en el mejor embajador de la ciudad", explica el concejal del área.
Con las formaciones se persigue dotar a los policías de más herramientas para mejorar esa atención turística. En las clases se les desgranarán claves para mejorar su atención de cara al público, garantizar una atención uniforme a todos los visitantes y también a establecer unas relaciones estrechas y correctas con los propietarios de los comercios y negocios dedicados a la actividad turística. Por ejemplo, si hay que hacer un control o afear algún comportamiento a un establecimiento los efectivos deberán de hacerlo de manera discreta, buscando subsanar la posible deficiencia sin dar una mala imagen de cara al turista.
La creación de la "Policía turística" se suma a otros proyectos lanzados desde la concejalía de Prado como la Policía de Proximidad, cuya puesta en funcionamiento está muy condicionada al refuerzo de una plantilla que en los últimos años se ha visto muy mermada por el adelanto de la edad de jubilación de los agentes a los 59 años.
A pesar de estas dificultades, el concejal confía en que la reorganización de los servicios y la incorporación progresiva de nuevos agentes permita avanzar en su objetivo de hacer de Oviedo a lo largo de este mandato "la ciudad más segura de Europa" y aprovechar ese sello para ganar turistas.
