"Estamos heridos de muerte y muchos ya se están pensando en entregar las llaves". Así de contundente se mostró ayer el presidente de la Asociación de Bares de Copas de Oviedo (Abaco), Pepe Reina, a la salida de una reunión con la concejala de Festejos, la popular Covadonga Díaz, en la que los empresarios de la noche de la ciudad plantearon sin éxito la celebración de conciertos en la calle. Díaz les trasladó que el programa musical de las fiestas se limitará al Auditorio por motivos de seguridad, aunque se comprometió a estudiar alguna alternativa sin dar muchas esperanzas. La edil advirtió de que el presupuesto para las fiestas está "casi agotado" y los dueños de los establecimientos reivindicaron su buen hacer durante el último fin de semana, que se cerró sin incidencias. Dicen que un cierre de los negocios, como amenaza el Principado, provocará irremediablemente "innumerables cierres definitivos".
Desde Abaco admiten que acudieron al encuentro con Covadonga Díaz con pocas esperanzas de rascar algo positivo. El aviso del Principado de volver a cerrar los bares de copas y discotecas, unido al brote de coronavirus surgido en la cervecería Urban's de La Corredoria, desvirtuó, según los hosteleros, el objetivo del encuentro. "Era una reunión programada hace quince días en la que esperábamos arrancar alguna actividad para dinamizar el Antiguo durante las fiestas, pero el contexto nos lo ha tirado todo por tierra", apunta Pepe Reina.
Los dueños de los alrededor de 60 locales del Antiguo que componen la asociación dan por perdidas las fiestas de la ciudad y con ellas muchas de sus esperanzas de recuperar el terreno perdido durante el confinamiento. "Son unas fechas en las que hacemos caja para contrarrestar el resto del año", confiesan desde el colectivo, donde creen que la falta de conciertos en el Antiguo hará imposible atraer el suficiente número de clientes para al menos salvar los muebles.
El colectivo empresarial planteó a Festejos la posibilidad de organizar un ciclo de conciertos similar al programa estival "Enclave Pop", que se está desarrollando actualmente en la plaza de la Catedral, que son recitales con el público sentado. "La concejala descarta la propuesta porque ese formato permite un aforo máximo de 150 personas en butacas y supondría un grave riesgo de aglomeración en el entorno del perímetro acotado para el evento".
El cara a cara con la representante del gobierno local sirvió también para abordar la amenaza que sobrevuela al ocio nocturno asturiano. El Principado anunció la pasada semana que cerraría los bares de copas y discotecas si continuaban detectándose incumplimientos, pero desde Oviedo piden que se tengan en cuenta su buen hacer para evitar una medida tan drástica. "Cerramos el fin de semana sin ninguna incidencia, pero al haber algún problema en Avilés y Gijón tememos pagar justos por pecadores", defienden los titulares de los negocios del casco histórico, quienes a mismo tiempo piden "mano dura para los incumplidores".
De todos modos, ya se preparan para lo peor y avisan que tomarán medidas si finalmente la Administración regional decide clausurar sus establecimientos. "El sector solo soportaría un cierre forzoso si hay ayudas directas para sobrevivir", explica Pepe Reina, poniendo como principales escollos para la continuidad de su actividad económica los gastos de alquiler y acondicionamiento de locales para dar cumplimiento a las complejas medidas de seguridad impuestas por Sanidad.
No se abordó en esta ocasión la propuesta de cambiar la legislación para poder cobrar entrada y controlar los aforos de los locales. Los bares de copas de Oviedo están citados este jueves con representantes del Principado para debatir acerca de estas y otras medidas posibles para prevenir posibles brotes de contagios en la noche de la capital asturiana.
El propio alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli, hizo suya la propuesta de los titulares de los establecimientos. Considera el regidor ovetense que este tipo de establecimientos "lo están haciendo bien" y por tanto deben ser escuchados para, por un lado, permitirles mantener su actividad económica y, por otro, establecer alianzas entre los negocios y la Administración para poner en marcha medidas más efectivas y consensuadas por las partes.
De momento, desde el Principado guardan silencio acerca de la propuesta de los bares ovetenses, aunque algunas fuentes cercanas al Gobierno regional apuntan a que el cambio de la legislación para incluir a los bares de copas en el grupo de discotecas y otros locales que pueden cobrar entrada podría demorarse durante meses e incluso años, restando efectividad a la propia iniciativa.
