Primeros apoyos. El Gobierno del Principado y la presidencia de la Federación Asturiana de Concejos (FACC) mostraron ayer su respaldo a la iniciativa del Ayuntamiento para que Oviedo aspire a ser Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. La intención del ejecutivo que preside Alfredo Canteli pasa por recabar el mayor número de adhesiones, tanto a nivel local como autonómico, algo que se considera clave para que la candidatura tenga mayores posibilidades de prosperar. Además, a juicio del regidor, alcanzar ese reconocimiento mundial resultaría muy beneficioso para la capital de Asturias, pero también para el conjunto de la región.
Fuentes de la Consejería de Cultura confirmaron ayer a LA NUEVA ESPAÑA su apoyo a iniciativas que, como la que ha decidido impulsar el Ayuntamiento de Oviedo, "tratan de poner en valor y destacar los bienes culturales asturianos". "En todo el proceso de tramitación de una candidatura como ésta, que es un procedimiento largo, resulta fundamental la sintonía social y política de todos los actores implicados en la gestión del bien cultural en cuestión y del ámbito en el que se asienta, dado que eso será valorado también", añaden los mismos portavoces del Gobierno regional.
La presidenta de la Federación de Concejos, Cecilia Pérez, por su parte, también mostró ayer su apoyo a una iniciativa que considera "legítima", destacando que, a su juicio, Oviedo "se merece" ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Pérez, alcaldesa socialista de El Franco, recordó que la FACC ya respaldó en 2010 la candidatura para que la ciudad fuera capital europea de la cultura. Además, se ofreció a impulsar una declaración institucional de la federación en apoyo de Oviedo ante la Unesco.
Sobre el procedimiento a seguir una vez que el Ayuntamiento ha decidido dar el paso, la Consejería de Cultura considera que ya hay un "punto de partida". Se trata de la evaluación que hizo el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), una entidad ligada a la Unesco, cuando Oviedo planteó una iniciativa similar en 1998. Entonces, el Ayuntamiento intentó, sin éxito, que todo el casco histórico fuera Patrimonio de la Humanidad, pero lo que sí se logró al hilo de aquella candidatura fue el reconocimiento para la fuente de Foncalada, la iglesia de Santullano y la Cámara Santa. Los tres monumentos entraban entonces en el selecto club de la Unesco al que ya pertenecían desde 1985 Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, grandes emblemas del Prerrománico ovetense y asturiano.
La candidatura planteada hace dos décadas consiguió aprobar el primer y muy complicado examen, siendo incluida en la "lista indicativa" de la Unesco para la Convención del Patrimonio Mundial que se celebró en Nápoles en 1997. Al año siguiente, durante un congreso que tuvo lugar en la ciudad japonesa de Kioto, el organismo descartó la declaración de todo el Antiguo, pero sí que oficializó la entrada de la Foncalada, Santullano y la Cámara Santa en el catalogo del Patrimonio de la Humanidad.
"Añadir el centro histórico entero con estos edificios (los finalmente incluidos en la lista) rompería con el concepto que estamos reconociendo de conjunto de edificios prerrománicos", subraya el informe de Icomos sobre la candidatura de Oviedo. Los expertos del organismo se mostraron especialmente críticos con la actuación llevada a cabo por el Ayuntamiento en la histórica plaza del Fontán, por lo que algunos urbanistas han recomendado que la nueva solicitud se circunscriba al Oviedo intramuros.
Además del Gobierno regional y de la presidencia de la Federación de Concejos, la candidatura de Oviedo también ha recabado el apoyo de la patronal hostelera Otea. Su presidente, José Luis Álvarez Almeida, anunció públicamente el respaldo subrayando que la ciudad "tiene todas las condiciones" para aspirar al reconocimiento. A su juicio, la declaración "sería una gran noticia", ya que supondría "un salto de calidad" para el sector turístico ovetense, especialmente a la hora de atraer visitantes procedentes del extranjero.
