Una obra muy demandada se pone en marcha. A instancias de la Concejalía de Infraestructuras y del servicio de Edificios y Patrimonio, el pasado viernes arrancaron los trabajos de ampliación del comedor escolar del colegio Buenavista I. Se trata de una actuación que permitirá dar cabida a unos 45 alumnos más, con lo que se evitarán los turnos que se venían haciendo hasta ahora, al no poder albergar las dependencias a más de 92 niños a la vez.

Las obras habían sido reclamadas con insistencia por los padres de alumnos y por la comunidad escolar del centro. Cuando estén listas, el colegio del barrio de Buenavista ganará casi 50 metros cuadrados de superficie útil.

El concejal de Edificios y Patrimonio, Luis Pacho, y la edil de Educación, Yolanda Vidal, ambos de Ciudadanos (Cs), visitaron el colegio el mismo viernes, acompañados por los responsables de la obra. Según explicaron, los trabajos tendrán una duración de cuatro meses. El presupuesto roza los 100.000 euros.

Respecto a la organización del servicio de comedor mientras duren las obras, y a expensas también de las medidas que se impongan a causa del covid, la dirección del centro y el Ayuntamiento se han emplazado para buscar posibles reubicaciones de los alumnos en algunas dependencias del propio colegio. Eso sí, garantizando en todo momento que se cumpla la normativa de seguridad y de higiene alimenticia.

Los padres de los alumnos del Buenavista I llevan cinco años largos reclamando esta actuación. Las primeras voces de protesta por la estrecheces del comedor se levantaron en febrero de 2015 y se dirigieron al equipo de Gobierno que en aquel entonces presidía el popular Agustín Iglesias Caunedo. Ya en el siguiente mandato, el tripartito gestionó con intensidad una solución para ampliar el comedor del centro educativo, con un presupuesto fijado inicialmente en algo más de 90.000 euros.

Los intentos de incluir los trabajos en una negociación con el Principado fracasaron y tampoco salió adelante el proyecto cuando se incluyó en el capítulo de inversiones de los presupuestos municipales. Fue en 2018 cuando la ampliación del comedor estuvo más cerca de llevarse a cabo, aunque finalmente se cayó por los ajustes a los que obligó la sentencia para pagar el rescate de la concesión del Calatrava.

Con las dimensiones y mobiliario que tenía hasta ahora el comedor, su capacidad se limita a 92 niños, cuando para los padres y la comunidad educativa sería deseable elevar esa cifra en unos 40 a 45 alumnos más, algo que se consigue ahora con la actuación iniciada el viernes y que, si todo va como se prevé, estará lista para finales de año.