Francisco de Asís Fernández Olanda es desde el mes pasado nuevo director del Instituto de Educación Secundaria (IES) de La Corredoria, el que registra mayor concentración de alumnos en el municipio y uno de los que está encontrando mayores dificultades para adaptarse a las nueva normativa sanitaria que impone el covid. De Asís, hijo del dirigente comunista Paco de Asís Fernández y profesor de Geografía e Historia desde el año 2009, asegura que desde su cargo trabajará en beneficio de "la mayoría social" del barrio.
- Asume el cargo en un momento complejo. ¿Qué objetivos se marca?
-Acepté el cargo en este momento tan inestable para contribuir a dar certidumbre y construir colectivamente, como uno más, un modelo sólido y funcional de educación para la mayoría social del barrio de La Corredoria. Tenemos un gran objetivo pedagógico a medio plazo, que es asentar las bases de un sistema que busque sintetizar la atención a la diversidad y la búsqueda de la excelencia. También queremos atender desde la solidaridad a los miembros de nuestra comunidad más desfavorecidos y en mayor riesgo de exclusión social, trabajando la integración desde el empoderamiento y la preparación. Es decir, construyendo con ellos una visión, una misión y un plan.
- Tiene una amplia tarea por delante.
-El mayor tesoro de La Corredoria son sus profesionales, gente abnegada y muy preparada , con un enorme potencial. Mi función se limita a ayudar a que muchos proyectos florezcan. La identidad del Instituto debe ser la síntesis de estos proyectos nacidos del trabajo colaborativo de nuestros departamentos. La clase trabajadora tiene derecho a recibir mejor calidad educativa y el sistema de educación público tiene el deber de impartirla.
- ¿Cuáles serán las prioridades en este curso?
-Una es la prevención contra el coronavirus. Tenemos muchas personas de riesgo en el centro, uno de los más densamente poblados de Asturias pero que no está diseñado para albergar los casi mil alumnos que empezarán el curso el 14 de septiembre. Aquí encuentran acomodo unos 600. Un 40 por ciento del alumnado debería ir a ese nuevo instituto que nadie sabe por qué no se ha construido ya. Muchas familias y el grueso de profesores me manifiestan diariamente el peligro que entraña ser tantos en tan poco espacio. Coincido completamente con mis compañeros, con la asociación de madres y padres y con otras asociaciones. Necesitamos otro centro inmediatamente o, al menos, una alternativa para poder ejercer la docencia con estándares de seguridad altos y de calidad. Nuestras ideas han sido comunicadas a la Consejería y esperamos la respuesta.
- ¿Cuándo habrá un nuevo centro de Secundaria?
-Es una cuenta pendiente. Hace años que debería haberse construido y hoy es más necesario que nunca. No sé cuando se va a hacer, pero es una reivindicación histórica que ha unido a todo el barrio y que debe ser atendida.
- El centro mantiene una alta calidad educativa, aún con las dificultades de espacio. ¿Será posible continuar la misma línea de excelencia a partir del curso que viene?
-Será muy difícil al no tener espacio. Para poder albergar a todo el alumnado tendremos que desmontar todos los laboratorios, las aulas de dibujo, la biblioteca, las de informáticas y música. Vamos a tener que utilizar hasta la cafetería. Podríamos paliar esta situación con nuevos espacios docentes. Tenemos la posibilidad de habilitar aulas preconstruidas en el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar), a escasos diez metros de distancia, solicitando para ello la colaboración del CSIC, del que depende.
- Es profesor de Geografía e Historia. ¿Debe reforzarse el papel de las Humanidades?
-Sin duda. Por desgracia vivimos en un mundo en donde todo lo que no aporte valor añadido en términos económicos es invisible y destruido. El caso más palpable lo tenemos en las lenguas clásicas, soporte de las ideas más avanzadas de la humanidad. Esta pandemia debería hacernos pensar sobre el modelo de país y de región que queremos. Creo que hay que fusionar los avances científicos y tecnológicos con la visión global y crítica que dan las Humanidades. Esa unión es lo que garantiza el progreso de nuestra civilización.
- ¿La enseñanza debe ser siempre presencial o le parecería bien trabajar en un modelo mixto?
-El mejor modelo en situaciones normales es el presencial, puesto que transmite mejor, se socializa y se intercambian aprendizajes. En situaciones excepcionales el sistema semipresencial es una solución práctica. No puede permitirse que la semipresencialidad aumente la brecha social y las desigualdades. El reto es garantizar el acceso a los medios técnicos y a la formación a todos los alumnos, y un espacio de socialización seguro a los menos favorecidos.
- Se habla mucho de las nuevas competencias que deben tener los alumnos. ¿Cuáles son?
-La competencia digital debe reforzarse, ya que muchos nativos digitales no manejan las plataformas docentes con la misma soltura que otras aplicaciones. El desarrollo de trabajos colaborativos on line puede ser un de los retos. Muchos padres y madres durante la pandemia han tenido que familiarizarse con plataformas que desconocían hasta ahora para poder ayudar a sus hijos. Ese trabajo debería valorarse. Las instituciones tendrían que dar formación gratuita.
