Richard Wagner compuso "Idilio de Sigfrido" como regalo de cumpleaños para su segunda esposa, Cosima Liszt, después del nacimiento de su hijo Sigfrido. La obra se interpretó en la intimidad de la casa del compositor en Triebschen (Suiza). Era la mañana de Navidad de 1870 y fueron muy pocos los que pudieron disfrutar de aquella obra que Wagner no quería difundir, aunque finalmente las apreturas económicas le llevaron a venderla. Ayer, la orquesta Oviedo Filarmonía volvió a interpretarla para unos pocos privilegiados, las 120 personas que asistieron al segundo ciclo del programa "Ofil contigo", que lleva a la orquesta a ofrecer conciertos todos los lunes y jueves del mes de agosto en el patio del edificio histórico de la Universidad. Las medidas anticovid ofrecen la posibilidad de disfrutar de conciertos con muy poco público.

La orquesta, dirigida por Lucas Macías, abrió el concierto con la "Suite Holberg", para orquesta de cuerda, una de las obras más conocidas del compositor y pianista noruego Edvard Grieg, considerado uno de los principales representantes del romanticismo musical.

Oviedo Filarmonía volverá el jueves al mismo escenario.