E. VÉLEZ

La villa romana de San Martín, en Las Regueras, emerge cada año un poco más. Los descubridores del mosaico de La Estaca ultiman los detalles de una segunda campaña de excavaciones para descubrir la fachada norte del edificio en el que se encuentra el mosaico y donde probablemente estuvo la entrada principal del inmueble. Los trabajos, aún sin fecha ni presupuesto exacto, permitirán conocer la planta de la casa y las técnicas constructivas de la puerta (si es que todavía se conserva), y también ver el tipo de pavimento empleado. El equipo de arqueólogos, encabezado por Juan Muñiz, presentó ayer el proyecto al director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, al que invitaron a visitar las excavaciones en un futuro próximo junto a la consejera de Cultura, Berta Piñán. Además, el propio León les emplazó a solicitar una subvención arqueológica regional en 2021 que les ayude a cubrir los gastos. "Sin duda, solicitaremos la ayuda. No sabemos la cuantía, pero el año pasado la máxima fue de 4.800 euros. Esperemos que sea algo mayor o que al menos, no baje", comentó Muñiz tras la reunión en la Dirección General de Patrimonio.

Lo que todavía está en el tintero es la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del yacimiento. El Ayuntamiento de Las Regueras lo solicitó formalmente en 2019, pero los trámites van muy lentos. "Se encargó la redacción de la memoria y una vez que esté hecha, tendrá que pasar por el Pleno del Patrimonio para aprobar o no la apertura de expediente BIC", comenta Muñiz.

El equipo liderado por Muñiz descubrió el mosaico de La Estaca en 2018 y los trabajos fueron posibles gracias a una campaña popular que recaudó más de 21.000 euros. La investigación deparó resultados muy curiosos, como que la villa romana de la que forma parte el mosaico contaba con un sistema de calefacción.