No es un robo, es una inyección de dinero y liquidez. Así, en término completamente opuestos a los del gobierno local contempla el PSOE de Oviedo, en palabras de la concejala Ana Rivas, el acuerdo alcanzado entre la FEMP y el Gobierno central, publicado ayer en el BOE, por el que los municipios que quieran ceder sus remanentes, podrán recibirlo con intereses durante los próximos años y gastar ya, este año y el próximo una cantidad con cargo a los presupuestos del estado.

Para Rivas, cargar contra este acuerdo y presentarlo como un robo es "una desfachatez". Más, insiste, cuando se utiliza "un lenguaje fuera de bolos" y cuando "mantener la postura supone acabar tirando contra el propio Ayuntamiento".

La edil socialista afea al gobierno local que durante los años de las leyes de austeridad con gobiernos centrales del PP "les pareció perfecto que no se tocara el remanente y decían que permitía garantizar el crecimiento y la generación de empleo". "¿Qué pasa ahora entonces?", se pregunta Rivas, "¿que ellos no saben gestionar apretándose el cinturón? ¿que solo gestionan con mucha pasta?". El PSOE afirma que es mejor dar el dinero voluntariamente al Estado, que te paga intereses, que tenerlo en un banco, que ahora te cobra. "Y encima te permiten utilizar el dinero sin que te afecte, ni a la regla de gasto ni al déficit, nos permiten gastar ya un 35%... Y además de todo eso hay otras aportaciones del Estado para pagar el déficit del transporte urbano, o las ayudas directas a los autónomos, o los ERTE, e incluso nos aseguran que nos van a mantener las aportaciones de los tributos, cuando deberían reducirse. Es decir, que el Gobierno central nos inunda a dinero y a liquidez a los ayuntamientos y ahora resulta que eso es malo", concluye.

Rivas apunta a que el gobierno "trata de ocultar su incompetencia cuando pide que les den 60 millones" y asegura que esas inversiones que el PP plantea que podría haber hecho si les dieran ahora de golpe todo el remanente sí se pueden hacer conforme e los epígrafes que marca el acuerdo.

Del otro lado de la política local, siguieron las críticas al acuerdo sobre el remanente. Nacho Cuesta, teniente de alcalde y portavoz autonómico de Ciudadanos insiste en que el pacto "es discriminatorio, injusto e insolidario. Una intervención en toda regla del Gobierno central a las administraciones locales, que no van a poder tener superávit porque el gobierno lo va a controlar y lo va a devolver como mejor le parezca durante los próximos años".

En parecidos términos a los expresados por Mario Arias (PP), Nacho Cuesta insistió en que "el gobierno ha encontrado una vía de financiación a través del remante de tesorería de los ayuntamientos y ha lamentado "que un alcalde socialista como el de Vigo, usando su voto de calidad al frente de la FEMP, haya rubricado este pacto, pésimo para los consistorios españoles, que no incluye fondos directos del ejecutivo, ni cubre las necesidades de los autónomos o las pymes, ni da apoyo a sectores vitales y muy tocados en esta crisis como Servicios o Turismo".

La portavoz de VOX en el Ayuntamiento de Oviedo, Cristina Coto, también se pronunció ayer sobre el acuerdo, "un chantaje impresentable, intolerable para un municipio como Oviedo, que dispone de unos ahorros de 55 millones de euros que son de todos los ovetenses", declaró. "No solo es injusto para aquellos ayuntamientos que han cumplido unos planes fiscales y de gasto responsables, es también insolidario, una muestra más de que el PSOE cree que el dinero es suyo y no de los españoles".