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El nuevo PGO identifica diez proyectos para afianzar la capitalidad de Oviedo

El Antiguo, el Prerrománico, el viejo HUCA, La Vega, la Ronda Norte, Santullano o el Naranco, "espacios de oportunidad" para los urbanistas

Construcción de un edificio de viviendas en Montecerrao. LNE

Los arquitectos encargados de la revisión del Plan General de Ordenación (Víctor García Oviedo, Ramón Fernández Rañada y Emilio Rico) trabajan ya en la adecuación del documento de prioridades perfilado durante el anterior mandato bajo una directriz clara de Urbanismo: elaborar un trabajo en profundidad para sentar las bases del futuro de Oviedo y no limitarse a cambiar cuatro artículos del texto aún en vigor. A este respecto, una de las cuestiones claves del nuevo PGO será seleccionar las "áreas de oportunidad" donde desarrollar lo que García Oviedo define como "proyectos de capitalidad", marcando los fines y objetivos de cada uno de ellos.

Se trata de planes claves para afianzar la capitalidad de Oviedo cuyo futuro, según los urbanistas, debe abordarse de forma integral para que no entren en contradicción unos con otros. En concreto, se trata del casco histórico; el Prerrománico, el Camino Primitivo de Santiago y el Camino Real; el Naranco; los campus universitarios; el bulevar de Santullano; la Fábrica de Armas de La Vega; la Fábrica de Gas; los antiguos terrenos del HUCA en el Cristo; la Ronda Norte y los futuros bulevares de la ciudad.

A partir de la definición de esos diez proyectos que superan lo municipal para consolidar la capitalidad de la ciudad, los objetivos a lograr con ellos pasan por regenerar espacios urbanos que, como La Vega o el viejo HUCA, permanecen en desuso, pero que, según destaca García Oviedo, "tienen un carácter de oportunidad estratégica y de centralidad que transciende a la capital hacia sus entornos inmediatos". Otro de los retos que plantean estos diez proyectos es "modernizar las identidades históricas" para "acomodarlas a los tiempos actuales." "Estos días se está hablando de Oviedo como Ciudad de Patrimonio de la Humanidad, con lo que ello representa para el casco histórico de la ciudad, el Prerrománico y el Camino de Santiago", destaca el arquitecto.

Generar actividad económica apoyada en la cultura de capitalidad y centrada en los servicios, el polo biosanitario y la Universidad, es otro de los objetivos de los urbanistas, que, en este contexto, citan directamente las posibilidades que se abren en la antigua fábrica de la Vega. Construir la ciudad con los espacios libres, teniendo en cuenta al Naranco "como lugar simbólico y con las sendas actuando de corredores", también funciona como punto de partida del planeamiento con el que se espera lograr una ciudad "accesible", en cuanto a movilidad y transporte público. "Los proyectos deben ser tractores. Que unos tiren de otros ¿No lo es el de Oviedo Ciudad Patrimonio de la Humanidad, que obliga a poner en orden todo el patrimonio cultural de la ciudad y sus entornos?", reflexiona García Oviedo.

La propuesta de los urbanistas encargados de renovar el Plan General de Ordenación es que, de forma paralela, se redacte un memorándum para articular todos los proyectos urbanos definidos para construir la capital del siglo XXI. "Hay que dejar de ponerse de acuerdo para resistir y apoyar proyectos para avanzar", subraya Víctor García Oviedo.

Junto estos grandes proyectos de interés, los arquitectos también han detectado otros para la capitalidad municipal y que se tendrán en cuenta en la revisión del documento. Ahí aparecen, entre otros, la agrupación de la red de escuelas y centros sanitarios y sociales; la red de parques y zonas verdes; el Seminario; la Escuela de Minas; los Almacenes Industriales del Naranco; la reforma de la plaza de la Escandalera en el conjunto del Campo San Francisco, o todo lo relacionado con la construcción desde el tejado, las cubiertas energéticas, los solares vacíos, las medianeras, las zonas de juego para niños, los aparcamientos, las terrazas, la cartelería, o el mobiliario y los "hitos urbanos".

Por lo que toca a la construcción en el nuevo PGO, los arquitectos estiman que las necesidades de la ciudad para los próximos años serán de unas 15.000 viviendas nuevas. Se trata de una cifra "realista" muy alejada de las previsiones que se incluyeron en la planificación de 2006, antes de que estallase la última gran crisis económica, cuando los redactores estimaron que Oviedo iba a a captar toda la demanda de vivienda de Asturias y sumar 125.000 nuevos vecinos. El primer borrador de la revisión en marcha ya reducía la previsión de vivienda nueva en el concejo de 36.000 a 29.000 unidades, incluyendo el compromiso de que, al menos, un 30% del total (8.700) tuviese algún tipo de protección pública. Además, esos primeros documentos redactados por García Oviedo, Rañada y Rico centraban el crecimiento futuro en el núcleo urbano ya consolidado, con la recalificación como rurales del mayor número de parcelas del exterior de la ciudad que el PGO en vigor considera urbanizables. Según García Oviedo, inspirados por la visión de Ciudadano (Cs), "más abierta" que la de Somos, partido que estaba al cargo de Urbanismo en el anterior mandato, ese proceso de "descalificación" que se planteaba para parcelas de zonas como La Monxina, Llames, Colloto o La Manjoya, se va a acompasar en el tiempo de acuerdo con la demanda de las constructoras. "Echamos agua al vino", explica de forma gráfica el arquitecto.

En principio, el crecimiento de Oviedo en los próximos años se concentrará en los barrios de Las Campas y La Florida, así como en puntos de Ferreros, Ciudad Naranco, Pontón de Vaqueros, Pando o la parte de detrás del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). No obstante, hay que tener en cuenta que en la ciudad se están retomando proyectos residenciales que habían quedado paralizados por la crisis de 2008 en un momento en el que el sector del ladrillo repunta en Oviedo tras casi una década a la baja. Entre esos planes figuran las grandes torres proyectadas para el barrio de San Lázaro por el arquitecto Patxi Mangado; la última fase del plan de Ferreros, en Ciudad Naranco; la entrada sur a la ciudad por Montecerrao, donde se plantea un núcleo de viviendas de baja altura; el ámbito de Vaqueros-La Estrecha, o, al oeste del concejo, el núcleo de Monte Canales, donde en el primer borrador del documento de prioridades para el nuevo PGO se aboga por mantener únicamente una unidad de 33 hectáreas para 320 viviendas de tres plantas de altura, así como otro núcleo para un centenar de residencias unifamiliares.

Uno de los espacios a los que más atención prestan los redactores del nuevo PGO es el Naranco, para el que Urbanismo quiere un plan parcial que se redacte de forma paralela a la revisión del planeamiento. Según adelantó LA NUEVA ESPAÑA, la mejora del acceso peatonal a los monumentos, el estudio de un vial alternativo que aleje el tráfico rodado de Santa María y San Miguel de Lillo, la ampliación del parking, un análisis de la viabilidad de las edificaciones del entorno de las "joyas" arquitectónicas para afrontar su posible rehabilitación y un museo sobre el Prerrománico en las inmediaciones de los monumentos son los pilares principales sobre los que descansa el proyecto para del monte Naranco.

Ramón Fernández Rañada ya redactó en los primeros años noventa del pasado siglo un detallado plan para el Naranco que nunca llegó a ejecutarse, pero que sirve de base para los proyectos que se quieren poner en marcha ahora por el Ayuntamiento.

Además de una variante a la actual carretera para alejar el tránsito de vehículos de los monumentos y hacer la subida más atractiva para la práctica del ciclismo, la propuesta de Rañada preveía un aprovechamiento hostelero en la cima del monte sin generar impactos inasumibles. En concreto, su propuesta pasa por habilitar un aparcamiento con capacidad para 260 vehículos, un hotel dotado con estacionamiento subterráneo, una guardería infantil para la temporada alta, dos restaurantes, un área de bares, varios miradores sobre Oviedo y zonas de paseos y servicios. A juicio del urbanista, el complejo apenas genera impacto ambiental, ya que se adaptaría a la forma alomada de la cima.

Por lo que concierne al nuevo museo, la gran novedad respecto a los planes iniciales, la intención de Urbanismo es que abra en las cercanías de los monumentos, que vaya semisoterrado y que cuente con un diseño innovador e integrado en el entorno.

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