Los Bomberos de Oviedo rescataron ayer por la mañana, hacia las 10.00 horas, a una mujer septuagenaria que llevaba tres días sin dar señales de vida en su casa, en el número 14 de la calle Independencia. Su familia había llamado previamente a la Policía Nacional muy preocupada por no poder contactar con ella por ninguna vía. Desde la comisaría se dio aviso a los bomberos para intervenir directamente en el domicilio, situado en un quinto piso, tras comprobar que no respondía ni abría la puerta.

Los bomberos desplegaron la autoescalera para llegar a la altura de una de las ventanas de la vivienda y cortaron momentáneamente la calle para realizar la operación, generando cierta alarma entre los vecinos y paseantes de la zona, que llegaron a creer que había un incendio. Los bomberos encontraron a la mujer indispuesta y sin fuerzas para moverse, por lo que una ambulancia la trasladó al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con pronóstico reservado.

Este tipo de servicios se conocen policialmente como "humanitarios" y en los últimos meses se han disparado en el municipio, especialmente los referidos a personas de más de setenta años que viven solas. Por ejemplo, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento rescató en noviembre a dos mayores que se habían caído en sus respectivos domicilios en dos puntos diferentes de Oviedo y que permanecieron muchas horas en el suelo sin poder moverse. Una mujer estuvo 48 horas desvanecida en su piso de la calle Rosal, y un hombre en su casa de la plaza Primo de Rivera tras pasar un día entero sin poder levantarse.

Por otro lado, la Policía Local detuvo en la noche del jueves, hacia las 22.00 horas, a un conductor que derribó un semáforo en la calle Jovellanos tras circular a gran velocidad por el centro de la capital asturiana y salirse de la vía. En un primer momento, los agentes le socorrieron, pese a que opuso resistencia y le ayudaron a salir del vehículo, que sufrió importantes daños en la parte delantera. El conductor dio positivo en el test de alcoholemia, por lo que habría sido necesario realizarle un segundo examen que, en caso de arrojar el mismo resultado, sería válido en el proceso judicial. Sin embargo, según fuentes de la Policía Local, el conductor se puso "agresivo", negándose a hacerlo. Finalmente, se le detuvo y se le puso una multa por resistencia a la autoridad. Pero no fue el último altercado por resistencia a los agentes durante esa noche. La Policía se encontró el mismo problema en la calle Arzobispo Guisasola, cuando un hombre que caminaba solo comenzó a faltarles al respeto.