Los nuevos depósitos del Cristo, en el Campón, tienen capacidad para 75 millones de litros de agua (el equivalente a 90 piscinas olímpicas) y sustituirán a los antiguos, situados en una parcela contigua, con capacidad para 50 millones de litros y que hasta ahora son los que abastecen de agua al municipio. Con una inversión que rondó los 9 millones, los tanques del Campón quedaron inaugurados en febrero de 2004 y se llenaron de millones de litros de agua que nunca se llegaron a consumir, ya que la ausencia de tuberías impedía dar salida al líquido.

El largo pulso entre el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica sobre qué administración estaba obligada a hacerse cargo de las conexiones a la red se solucionó gracias a los planes "anticrisis" de Zapatero, con los que se financió la conducción del Campón a la planta potabilizadora de Cabornio.

Luego, a finales de 2012, Oviedo se negó en redondo a recepcionar el equipamiento, alegando que no ofrecía las garantías suficientes para un correcto funcionamiento.

En 2014, después de más de una decena de roturas en una nueva traída y varios intentos de puesta en marcha, el Ayuntamiento devolvió a la Confederación Hidrográfica la traída para que fuesen los contratistas los que solventasen los problemas, pero la conducción volvió reventar. El Ministerio de Medio Ambiente encargó entonces mejorar las tuberías.

La ciudad cuenta con una red de distribución de más de 800 kilómetros generales y 50 depósitos en la ciudad, que tienen capacidad para 92 millones de litros de agua al día.

Según los técnicos municipales, la ciudad consume una media de 64 millones de litros de agua al día, incluyendo la industria y grandes negocios, lo que da una media de 300 litros de agua por habitante diariamente.