Un total de 210 efectivos de la Policía Local de Oviedo están siendo sometidos desde ayer a pruebas PCR con el objetivo de descartar un posible brote en las instalaciones municipales del Rubín. Las pruebas masivas llegan tras el positivo de un funcionario contagiado por un amigo murciano con el que cenó y pasó varias horas la pasada semana.

Hasta el momento tan solo han dado positivo el agente y su esposa. Tanto el hijo del policía como su hermano han dado negativo, mientras que sus progenitores están a la espera de la realización de las pruebas.

La concejalía de Seguridad Ciudadana optó inicialmente por aislar a los once efectivos que compartieron patrulla nocturna el pasado fin de semana con el contagiado, así como a dos compañeros de la brigada medioambiental del cuerpo.

Sin embargo, el concejal José Ramón Prado solicitó a la consejería de Salud someter a todos los agentes operativos a las pruebas para descartar posibles contagios por compartir instalaciones o materiales. Dicha solicitud ha sido admitida por la administración regional, que ya inició los controles masivos a los policías hoy mismo.