Oviedo quiere ser la Normandía española del turismo bélico y al mismo tiempo sacar rendimiento a sus pulmones verdes. La concejalía de Parques y Jardines, dirigida por el popular Gerardo Antuña, pretende lanzar "de manera inminente" una oferta turística basada en los vestigios de la Guerra Civil del municipio y para ello tiene previsto abrir al público por primera vez una decena de búnkeres y nidos de ametralladoras repartidos por distintos puntos del Naranco.
La medida más inmediata será la puesta en marcha de visitas guiadas por diferentes itinerarios del Naranco y del bosque del Fulminato, en la Zoreda. El arqueólogo Alfonso Fanjul será el encargado de mostrar los principales escenarios de la Guerra Civil conservados en el monte, así como la historia de la mayor mancha de bosque atlántico de la capital, donde se levantó en el siglo XIX un complejo de polvorines y casamatas ahora inactivos.
Fanjul ve en esta apuesta una manera de atraer un nuevo tipo de turismo en la ciudad. "Contamos con un importante patrimonio y debemos aprovecharlo porque hay mucho público interesado en este tipo de escenarios", indica el investigador, destacando que "será la primera vez en la que el público podrá conocer los búnkeres y nidos de metralleta por dentro".
El Ayuntamiento apura para tratar de estrenar los recorridos para las fiestas de San Mateo, pero en caso de que la tramitación no llega a tiempo aplazará la puesta de largo al mes de diciembre. La intención es que grupos de entre 4 y 25 personas puedan participar en los recorridos por el Naranco todos los martes, miércoles y viernes, mientras que las salidas a La Zoreda se programarán los lunes, los jueves y los domingos.
En el caso del Naranco, Fanjul planea recorridos que partirían desde las inmediaciones de los repetidores y antenas de televisión y culminarían en los alrededores del Picu Paisano y del Picu del Moro de la montaña ovetense. En los diferentes itinerarios se podrían visitar hasta diez búnkeres y nidos de metralletas con paradas para explicar las claves de la contienda en la ciudad, alejándose de todo sesgo ideológico. "El objetivo es dar a conocer la historia de estos rincones", puntualiza Fanjul.
En el caso de La Zoreda, la intención es divulgar el recientemente recuperado bosque del Fulminato, a través de su historia. "Es importante dar a conocer a la gente que fue un bosque artificial creado por la fábrica de explosivos para que los grandes árboles contuvieran las ondas expansivas de las pruebas", adelanta el experto acerca de los conocimientos que aprovechará para difundir con el inicio de las rutas.
Los planes del Consistorio pasan por consolidar un programa de visitas por los parques y jardines de la ciudad a partir del próximo año. El programa se desarrollaría entre los meses de mayo y octubre y, además de las rutas ya previstas por el Naranco y la Zoreda se irán sumando más enclaves emblemáticos del Oviedo verde. "El Campo San Francisco nos brindará muchas posibilidades y también podríamos incorporar espacios como el Pura Tomás", señala el edil Gerardo Antuña.
El fin último es contribuir a la diversificación de la oferta turística de Oviedo para desestacionalizar en la medida de lo posible la llegada de visitantes. "Queremos atraer un nuevo tipo de visitantes que disponga de planes en la ciudad llueva o haga sol", indica el concejal, impulsor de la marca "Parques de Oviedo", con la aspiración de crear un tipo de turismo como el que existe en Normandía sobre la Segunda Guerra Mundial.
Si bien los vestigios de la Guerra Civil del monte totémico se encuentran actualmente bien mantenidos, la apuesta del área de Antuña se vería reforzada a partir del otoño con los trabajos previstos por parte del personal del plan de empleo municipal impulsado por la concejalía de Economía para recuperar el pulmón verde de la ciudad. El plan liderado por el Alcalde, Alfredo Canteli, permitirá recuperar varias sendas, puntos de interés como los neveros y mejorar la accesibilidad de los turistas.
