La hostelería ovetense se conjuró en la madrugada del sábado para mandar un mensaje de auxilio a las administraciones públicas. Unas 200 personas vinculadas en su mayoría al ocio nocturno se concentraron en la plaza de la Catedral a las 1.15 horas para reclamar un plan específico de ayudas al sector o una marcha atrás en la decisión del Gobierno autonómico de obligar a todos los establecimientos a cerrar sus puertas a la una de la madrugada.
"O nos dejan abrir o aprueban unas ayudas para compensar las pérdidas", coincidieron en reclamar buena parte de los asistentes, quienes como primera opción plantean recuperar la normalidad y que se les permita abrir con los horarios establecidos por sus correspondientes licencias de apertura. "El virus no contagia más por la noche que por el día", apuntaron fuentes de la Asociación de Bares de Copas de Oviedo (ABACO) en relación a lo que consideran una discriminación respecto a los establecimientos con horarios diurnos.
La alternativa del sector, si el Principado no da su brazo a torcer con la limitación horaria, es la exigencia de un plan de rescate específico para sus negocios. El colectivo de empresarios de la noche propone siete puntos para tratar de evitar el cierre masivo de un sector que solo en el Antiguo genera 100 puestos de trabajo directos.
Mantener los ERTE por fuerza mayor el tiempo que sea necesario, habilitar una partida de ayudas al alquiler, aprobar moratorias en el pago de impuestos, impulsar una exención de las tasas municipales, suspender el pago de las cuotas de la SGAE, ayudar a los autónomos y establecer un fondo de compensación de las pérdidas respecto al año anterior componen la hoja de ruta puesta sobre la mesa sobre el sector.
A pesar de la concurrida asistencia, la mayoría de los presentes se mostró pesimista respecto a las posibilidades de obtener algún tipo de respaldo institucional. "Somos los apestados de la hostelería", comentaba un trabajador del ocio nocturno tras participar en una concentración que podría repetirse en semanas sucesivas.
